El 20N y los días en rojo

La duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.
La duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.
La duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.

Antonio Reyes. Hay fechas en el calendario que aparecen en rojo. Días de fiesta nacional, estipulados de manera oficial, en los que no se trabaja porque celebramos la efeméride de nuestra Constitución, el nacimiento de Jesucristo y otras fiestas religiosas que nos identifican como españoles. Pero por caprichos del destino, hay días como el de hoy, 20N, que pasarán a la historia por aglutinar una pequeña representación de cada aspecto de la España más profunda, de la cañí.

Nadie decidió que un día como hoy, de hace 78 años José Antonio Primo de Rivera, fundador y líder de la Falange Española, fuera fusilado en los inicios de la Guerra Civil del 36. Ni tampoco que Francisco Franco, dictador y vencedor de dicho conflicto, muriera tal día como hoy de 1975. Una muerte que acentuó el desmoronamiento de su régimen fascista y que daría paso a la transición hacia un sistema democrático, proceso crucial en la historia contemporánea de España conocido como Transición Democrática.

Pero de nuevo el destino eligió el 20N para celebrar unas elecciones generales, las de 2011, en las que el Partido Popular llega al poder por mayoría absoluta y su líder, Mariano Rajoy, alcanza la presidencia del Gobierno haciendo frente a una de las mayores crisis económicas, financieras y sociales de los últimos años. No contento con esto, el destino decide que no solo el día 20 del undécimo mes sea aniversario de muertes políticas trascendentales para nuestra historia o de victorias electorales igualmente definitorias de nuestra identidad, sino que además dispone que hoy fallezca la Duquesa de Alba. La aristócrata con más títulos nobiliarios del mundo y terrateniente moderna que cambió el señoritismo andaluz a caballo por la vida bohemia de manoletinas y pulseras al tobillo. Una muerte con muchas reacciones, entre ellas las de quienes no pueden ver Mujeres y hombres y viceversa en el horario habitual, por reajustes de programación para cubrir el fallecimiento de doña Cayetana.

Y qué caprichoso volvería a ser el destino si de nuevo eligiera hoy como el día en que la tonadillera de España, Isabel Pantoja, ingresara en prisión por blanqueo de capitales. Porque si el 20N recoge lo más turbio de nuestra identidad, no podía faltar un representante del caso Malaya, una de las muchas operaciones contra la corrupción urbanística en España, la malversación de caudales públicos y la prevaricación, entre otros. Y es que aunque pese, España es uno de los países más corruptos de la Unión Europea.

Cosas del destino o de la casualidad. Pero el 20N sigue perpetrándose por recoger en aniversarios la España más profunda, más casta. Aunque en el calendario no aparezca en rojo.

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