Redacción. España cuenta con 27,7 millones de hectáreas de superficie forestal, lo que le convierte en el segundo país de la Unión Europea por detrás de Suecia, según el estudio ‘Diagnóstico del Sector Forestal Español‘, que forma parte de ‘Análisis y Prospectiva-Serie Medio Ambiente’, divulgado el miércoles, 29 de octubre, por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Así, del total de la superficie forestal, el 40% está en zonas protegidas (unos 11 millones de hectáreas) y el 80% de la superficie terrestre protegida es superficie forestal.
Además, el ‘Diagnóstico del Sector Forestal Español’ incluye una caracterización de los ecosistemas forestales y un análisis de los servicios ambientales, sociales y económicas que proporcionan los bosques y los clasifica en servicios con valor de mercado, servicios ecológicos y sociales.
En concreto, apunta que el saldo comercial exterior del sector forestal (madera, leña, pasta y papel) ha pasado de un déficit de 902 millones de euros en 2004, a un superávit de 335 millones de euros en 2013. Asimismo, señala que la producción de madera en los últimos 20 años se ha mantenido en torno a los 14 millones de euros, con un valor comercial en crecimiento.
Entre las distintas especies comerciales, destacan las coníferas que, a pesar de ocupar menos superficie que las frondosas, producen más madera. Al mismo tiempo, el análisis destaca que la evolución de la silvicultura y la explotación forestal, la industria de la madera, y el papel generaron en 2009 un valor añadido bruto de 6.635 millones de euros, lo que representa una contribución directa al PIB del 0,63 por ciento. Igualmente, señala la reducción del desempleo en 2013 en los sectores silvícola e industria de madera y papel.
En cuanto al empleo, el informe señala que la industria forestal tiene tasas de paro relativamente bajas: del 12,8% en la industria de madera y corcho; y del 6,7% en la industria del papel.
Sobre las exportaciones del sector señala que casi la mitad de las exportaciones se dirigen a Francia, Portugal e Italia mientras que las importaciones llegan, mayoritariamente, de Francia y Portugal y después, de Suecia, Estados Unidos y Brasil.
Por otro lado, sobre los servicios sociales y ecológicos, que no tienen reflejo en el mercado y son difíciles de evaluar, el análisis se refiere a aspectos como la captura de carbono, la regulación hídrica y de suelos, el valor social de los bosques, o la conservación de la biodiversidad y el paisaje.
Respecto a la fijación de carbono por parte de la superficie forestal, en España en 2010 llegaron a 422 millones de toneladas, unas 23 toneladas por hectárea, lo que supone un 4,3 por ciento del total de carbono almacenado en la UE-27 procedente de la biomasa forestal, lo que supone una aumento del 46 por ciento en las últimas dos décadas.
El estudio recoge también las actuaciones más destacadas en el ámbito de la gestión forestal y se describen los sistemas de certificación forestal sostenible, PEPC (Programme for Endorsement of Forest Certificaction) y FSC (Forest Stewardship Council) que en España alcanzan 1,7 y 0,16 millones de hectáreas respectivamente, el 9,2% de la superficie total arbolada.
Finalmente, el documento explica también el Plan de Activación Socioeconómica del Sector Forestal 2014-2020, presentado en febrero de 2014, elaborado por el Ministerio en colaboración con las comunidades autónomas y las organizaciones representativas del sector y cuyo objetivo es «impulsar la diversificación de la actividad económica en los municipios rurales, mejorando así las condiciones de vida de sus habitantes, y en particular los vinculados más directamente con la actividad forestal».