Conociendo la grasa…

Grasa abdominal.
Grasa abdominal.
Grasa abdominal.

Dr. Jesús Rivilla García, profesor en la Universidad Politécnica Madrid / @JesusRivilla. Resulta sorprendente que todo el mundo habla de perder grasa sin apenas conocer sobre ella. De lo primero que te darás cuenta al leer estas líneas es que hay algunos datos sobre la grasa que te ayudan a entender mejor ciertos procesos de tu organismo sobre la ganancia de peso. La grasa está compuesta por unas células denominadas adipocitos, estas células de grasa tienen la capacidad de aumentar de tamaño y también de multiplicarse. El proceso es sencillo: cuando engordamos las células de grasa van aumentando poco a poco su tamaño (hipertrofia) hasta llegar a su límite de tamaño, es entonces cuando, si seguimos engordando, se ven obligadas a dividirse en dos para poder seguir creciendo. Hay datos muy importantes sobre este proceso que te ayudarán a tomar decisiones en el futuro (y que seguro te habría gustado conocer antes).

La primera información que te sorprenderá será que las células de grasa pueden aumentar en número pero no disminuir, es decir, cuando las células de grasa se multiplican ya no pueden eliminarse. Esta es la razón por la que en las zonas corporales donde hemos multiplicado las células de grasa es especialmente difícil disminuir el porcentaje graso y muy fácil volver a recuperarlo. Esto nos da la primera idea práctica que deberíamos intentar aplicar:

Cuidado con las subidas de peso significativas ya que aumentarás el número de células de grasa y no podrás eliminarlas adelgazando, lo único que podrás hacer es disminuir su tamaño.

El exceso de grasa se almacena en los adipocitos.
El exceso de grasa se almacena en los adipocitos.

También es importante saber que hay tres periodos especialmente sensibles para el aumento de adipocitos: durante los últimos meses del embarazo y primeros meses de vida; al final de la niñez (7-9 años) así como el final de la pubertad (13-16 años). Muchos estudios respaldan la importancia del ejercicio vigoroso en niños y adolescentes para la prevención y el tratamiento del sobrepeso/obesidad. Esto nos lleva a la segunda idea práctica:

La niñez y pubertad, especialmente al final, son dos periodos capitales en la práctica de ejercicio y alimentación saludable.

Por último, si eres mujer – y algunos hombres – seguro que has comprobado (en propias carnes o en las demás) que las células de grasa del miembro inferior (glúteos y piernas) tienen mayor capacidad de multiplicarse que las células del miembro superior. Dicho de otra manera, los adipocitos del abdomen pueden agrandarse más y por tanto se multiplican menos, mientras que en las piernas-glúteos es relativamente fácil aumentar el número de células de grasa. Esta suele ser la razón por la que suele ser bastante más fácil quitarse barriga que disminuir el perímetro de cadera o pierna. Esto ha sido constatado varias veces por la ciencia, como también se ha observado que las mujeres poseen mayor facilidad de acumular grasa en piernas y caderas que los hombres; mientras que los hombres tienden a acumular primero en la zona del abdomen. Esto que inicialmente parece ser una mala noticia para las mujeres, no lo es tanto si se tiene en cuenta que una moderada cantidad de grasa en piernas y caderas en las mujeres está relacionada con parámetros de buena salud y prevención de enfermedades.

Grasa en las piernas.
Grasa en las piernas.

 Los ciclos yo-yo (subo peso, bajo peso, vuelvo a subir, vuelvo a bajar,..) pueden ser tremendamente nocivos a largo plazo, especialmente en las mujeres, debido la multiplicación de células en cada subida de peso. Esto hará que cada vez sea más difícil perder peso y más fácil recuperarlo.

¿Cómo prevenir esas subidas de peso tan habituales y nocivas para el organismo? Respondemos a esta pregunta con cuatro ideas apoyadas en estudios y, por qué no decirlo, sentido común:
1.- A la inmensa mayoría de las personas nos gusta comer y disfrutar de una alimentación no demasiado sana de vez en cuando.
2.- Sólo una minoría es capaz de mantener una dieta restrictiva durante más de uno-dos meses.
3.- Existe evidencia científica potente de los beneficios del ejercicio físico intenso así como de la vida activa.
4.- Una vida activa unida a un entrenamiento adecuado son suficientes para mantenernos sanos y no subir de peso, incluso en algunas personas puede ser suficiente para bajar de peso.

Algunos estudios científicos que fundamentan esta publicación:
– Adipose tissue cellularity in man: the relationship between fat cell size and number, the mass and distribution of body fat and the history of weight gain and loss. Gurr MI, Jung RT, Robinson MP, James WP. Int J Obes 1982;6:419–36
– Effects of weight gain and weight loss on regional fat distribution. Singh P1, Somers VK, Romero-Corral A, Sert-Kuniyoshi FH, Pusalavidyasagar S, Davison DE, Jensen MD. Am J Clin Nutr. 2012 Aug;96(2):229-33.
– Long-term prospective and controlled studies demonstrate adipose tissue hypercellularit and relative leptin deficiency in the postobese state. Löfgren P, Andersson I, Adolfsson B, Leijonhufvud B, Hertel K, Hoffstedt J, Arner P. J Clin Endocrinol Metab 2005;90:6207–13
– Mechanisms and Metabolic Implications of Regional Differences among Fat Depots. Tamara Tchkonia, Thomas Thomou, Yi Zhu, Iordanes Karagiannides, Charalabos Pothoulakis, Michael D. Jensen, and James L. Kirkland. Cell Metab. May 7, 2013; 17(5): 644–656.
– Regional uptake of meal fatty acids in humans. Jensen MD, Sarr MG, Dumesic DA, Southorn PA, and Levine JA. Am J Physiol Endocrinol Metab 285: E1282–E1288, 2003.
– Regional differences in cellular mechanisms of adipose tissue gain with overfeeding. Tchoukalova YD, Votruba SB, Tchkonia T, Giorgadze N, Kirkland JL, Jensen MD. Proc Natl Acad Sci U S A. 2010 Oct 19; 107(42):18226-31.
– Sex-specific differences in leg fat uptake are revealed with a high-fat meal. Susanne B. Votruba , Michael D. Jensen. American Journal of Physiology – Endocrinology and MetabolismPublished 1 November 2006Vol. 291no. 5.
– Weight reduction in young obese children. I. Effects on adipose tissue cellularity and metabolism. Ginsberg-Fellner F, Knittle JL. Pediatr Res 1981;15:1381–9

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