Antonio Reyes. El teatro Herbst, en San Francisco, acogió a mediados del siglo XX la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional. Con ella se constituía el mayor organismo internacional del mundo, las Naciones Unidas, y se firmaba su Carta que, tal día como hoy, 24 de octubre, hace 69 años, entró en vigor. Un aniversario marcado en el calendario como el Día de las Naciones Unidas.
La Organización de las Naciones Unidas nace en el contexto de posguerra de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de facilitar el gobierno global entre países en materia de derecho, paz y seguridad internacional, desarrollo, asuntos humanitarios y derechos humanos. Fue Roosvelt, el entonces presidente de Estados Unidos, quién acuñó por primera vez el término con el que se conocería a la organización que, actualmente, cuenta con 193 estados miembros. Precedida por la Sociedad de Naciones, la ONU pretendía evitar el estallido de conflictos internacionales con más efectividad de lo que lo hizo su antecesora.
Un deseo y un objetivo que, en muchos casos, no ha tenido el efecto deseado, como ocurrió durante la Guerra Fría. El derecho a veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad hace que muchas de las decisiones más importantes en materia de seguridad dependan del consentimiento de dichos estados.
La ONU está compuesta por seis órganos principales, del que dependen múltiples órganos con funciones diferentes, formando una estructura compleja: la Asamblea General, órgano principal en el que participan todos los estados miembro; el Consejo de Seguridad, encargado de mantener la paz y la seguridad y cuyas decisiones son de obligado cumplimiento para los estados miembro; la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el Consejo Económico y Social y la Secretaría.
Sin embargo, es el Consejo de Seguridad el máximo órgano de decisión, formado por cinco miembros permanentes con derecho a veto (Rusia, EE.UU., China, Francia y Reino Unido) y diez miembros no permanentes elegidos por dos años. España ha sido elegida este mes de octubre por la Asamblea General como miembro no permanente de dicho Consejo para el bienio 2015-2016. Es la quinta vez en la historia que forma parte del órgano decisorio, lo que implica no solo prestigio y capacidad de acuerdos bilaterales, sino el conocimiento de asuntos geoestratégicos. Además, tendrá que posicionarse en cuestiones complejas como el Ébola, el estado islámico, los conflictos en Siria o Palestina y la reforma del propio Consejo de Seguridad. Temas en los que la posición de nuestro país no ha sido clara y sobre los que ahora tendrá que posicionarse claramente.
Hoy, 69 años más tarde, y con España como miembro no permanente de su Consejo de Seguridad, la ONU se enfrenta a grandes retos internacionales en un contexto diferente al de aquel 24 de octubre de 1945 y al que debe aclimatarse.
