Europa Press. El presidente de la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (ANAE), Francisco Valverde, asegura que el consumidor doméstico de electricidad puede rebajar el coste de su factura de electricidad en 61,5 euros al año, impuestos incluidos, si recorta en un tramo, o en 1,15 kilovatios (kW), la potencia contratada.
Valverde ofrece esta cifra en un estudio en el que advierte de que los consumidores, tanto domésticos como industriales, tienen una potencia contratada muy superior a la que necesitan. En total, han contratado 185.000 megavatios (MW), cuando lo máximo que se ha llegado a demandar en 2014 es 39.000 MW.
Para ilustrar «la magnitud del inmenso desajuste que existe en el sistema con respecto a la potencia», el presidente de ANAE cuantifica lo que pagan los consumidores por potencia facturada pero no utilizada. El importe, asegura, asciende a 8.080 millones, o a 10.277 millones si se suman los impuestos.
Valverde lamenta el «total incumplimiento» por parte de las empresas a la hora de recomendar la potencia que el consumidor debería contratar y la oportunidad perdida de convertir los contadores inteligentes en herramientas para ajustar la potencia a las necesidades reales.
Desde mediados del año pasado, el Gobierno ha desarrollado una «estrategia» para asegurar los ingresos del sistema eléctrico consistente en elevar la parte fija de la factura, la que corresponde a la potencia, argumenta. Este componente ha subido un 92% para el consumidor doméstico y un 145% para el empresarial.
En su estudio, el presidente de ANAE también califica de «sorprendente» que solo la potencia contratada que tiene el consumidor doméstico, de 110.000 MW, es superior a toda la potencia de generación instalada, de 108.000 MW.
«Buena parte del sistema se sustenta en base a unas potencias contratadas excesivamente sobredimensionadas, sobre todo para el consumidor de Baja Tensión (tarifas 2.0x, 2.1x y 3.0A)», afirma.