Europa Press. La auxiliar de enfermería que ingresó en la noche del 7 de octubre en el Hospital Carlos III al presentar unas décimas de fiebre tras participar en el dispositivo de seguridad de los casos de repatriación de ébola ha recibido ya el alta después de dar negativo en el test.
Así lo ha indicado el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, durante su comparecencia en la Asamblea de Madrid para informar sobre la gestión de los casos de ébola. Rodríguez ha explicado que a esta paciente se le ha dado de alta «porque afortunadamente» la prueba ha dado negativo, lo cual les «tranquiliza».
La paciente ingresó de forma preventiva al presentar un cuadro clínico con décimas de fiebre. Los contagiados por ébola suelen presentar fiebre alta, de ahí que se haya decidido mantener en observación a esta enfermera.
Barajan ingresar a la médico que atendió a la enfermera infectada. Javier Rodríguez también ha indicado que se está estudiando ingresar a la médico de Atención Primaria que atendió a la auxiliar de enfermería contagiada con ébola, dado que está considerada, tanto ella como su marido, como posibles casos de alto riesgo aunque no presentan síntomas de enfermedad.
Rodríguez ha explicado que se baraja el ingreso por seguridad dado que la médico exploró la garganta a Teresa Romero, no obstante, ha dicho que dicha profesional ha manifestado que esa posibilidad le genera un problema porque tiene tres hijos.
Previamente, el consejero ha indicado que la auxiliar de enfermería con ébola «ocultó» al médico de atención primaria que había estado tratando al misionero Manuel García Viejo y ha dicho que «pudo haber estado mintiendo» sobre su fiebre.
Rodríguez ha destacado que también había negado «ninguna alteración» en el protocolo, «hasta que hoy ha reconocido a su médico que probablemente cometió un error», porque al desvestirse tuvo un contacto directamente con su cuerpo con un guante.
En cuanto a las vacaciones de la paciente, ha dicho que quizá porque sospechaba que estaba infectada, «durante toda la semana prácticamne no salió de su casa«, al tiempo que ha facilitado la relación de personas con las que estuvo en contacto: su marido, considerado «de alto riesgo», profesionales del Hospital Fundación de Alcorcón, profesionales y personas con las que coincidió en el centro de salud y dos peluqueras, «porque después de ir al medico se fue a la peluquería y la estuvieron depilando».
Según Rodríguez, «todas esas persona están bajo control», ha aseverado, al tiempo que ha señalado que se les ha dado instrucciones de que se tomen la temperatura dos veces al día, y ha recordado que la fiebre que se considera de riesgo es de 38,6.
El consejero ha explicado que Teresa Romero entró dos veces a la habitación del enfermo de ébola, la primera vez, el 24 de septiembre, cuando procedió al cambió de sábanas y de pañal y a la movilización del paciente, y la segunda el 25 de septiembre, cuando se encargó de la recogida y eliminación de fómites de los contenedores de recogida de residuos indicados.
Además, ha precisado que todos los contactos de García Viejo estuvieron controlados por los servicios de riesgos laborales, aunque al estar «debidamente protegidos» fueron considerados de «bajo riesgo».
Según ha relatado el consejero, el 2 de octubre, llamó por teléfono la auxiliar de enfermería del Hospital Carlos III siguiendo las instrucciones que fueron facilitadas por teléfono por el facultativo especialista de riesgos laborales, e informó de que tenía fiebre de 38 grados desde el 29 de septiembre, por lo que había acudido a su médico de familia, que le diagnosticó gripe y al que ocultó que era una enfermera que había estado trabajando en contacto directo con un paciente que estaba contagiado por el ébola.
En ningún momento volvió a tener fiebres superiores, ha señalado Rodríguez, quien ha explicado que se ponían en contacto con ella dos veces al día para que informara de la fiebre que tenía. El día 3 de octubre Teresa Romero tenía 36 grados, sin haber consumido ninguna medicación, y niega cualquier incidencia con la protección personal y contacto con fluidos del paciente, así como confirma los síntomas específico y únicamente refiere astenia y lumbalgia.
Sin embargo, el día 6, a las 4 de la mañana, la trabajadora llamó al sistema de alerta de salud pública con fiebre de 37,3 grados y tos, además de astenia y mialgias, y desde Salud Pública adoptaron la decisión de trasladar un equipo del SUMMA 112 al domicilio de la paciente, desde donde fue trasladada a Urgencias del Hospital Fundación de Alcorcón, y pese a que continúa considerándose de bajo riesgo, se le realiza la prueba para descartar el ébola, cuyo resultado fue positivo.
Durante su comparecencia, Rodríguez ha negado que se haya coaccionado al personal para atender a los misioneros y ha destacado que han participado en los cuidados 15 enfermeras voluntarias, en el primer caso, y 18 auxiliares de enfermería en ambos.
Sobre el estado de salud del marido de la auxiliar de enfermería, Rodríguez ha dicho que no presenta fiebre ni sintomatología de la enfermedad de momento y se mantiene en estado de observación en régimen de aislamiento, puesto que está considerado un caso de alto riesgo.