Mari Paz Díaz. Se trata de las variedades Tinta de Moguer y Emprieta o Amprieta, dos tipos de uvas de las que hasta ahora se desconocía su existencia y que podrían tener una tradición centenaria. Un descubrimiento que, aunque acaba de dar sus primeros pasos, podría revolucionar el panorama vitivinícola del Condado de Huelva actual, ya que si prosperan las investigaciones se podría producir en la provincia andaluza un vino tinto de calidad sin igual en ninguna otra denominación conocida hasta ahora, como La Rioja o Ribera del Duero.
Así lo ha explicado,el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, Manuel Infante, que ha presentado este hallazgo durante la ‘Noche Europea de los Investigadores’, que se ha celebrado este viernes 26 de septiembre.
«Este descubrimiento se ha producido como suele ocurrir con todas las investigaciones. Los agricultores los que tienen un conocimiento más claro de lo que pasa en sus tierras, porque están allí todos los días. Y, en una ocasión, visitando la viña de Bodegas Sáez en Moguer (Huelva), su propietario nos dijo que tenía una cepas muy raras, que le recordaba a una variedad centenaria. La cepa se señalizó para saber cuándo empezaba en el otoño la hoja y a la hora de vendimiar saber cuál era. Y nos dimos cuenta de que se trataba de una planta centenaria conocida como ‘Tinta de Moguer'», nos comenta Manuel Infante.
La otra variedad, denominada Emprieta o Amprieta dependiendo de quien lo nombre, apareció en una finca situada en el término municipal de Rociana del Condado (Huelva).
En ambos casos, los estudios que se han iniciado de las cepas se están llevando a cabo por dos técnicos: por el propio Manuel Infante y por el ingeniero agrónomo Carlos Weiland, miembro del Departamento de Agroforestales de la Universidad de Huelva.
Hasta ahora, según explica el presidente del Consejo Regulador, «se han cogido muestras del fruto y de las hojas de las dos variedades, para hacer un estudio patológico de ambas -ver que sean sanas, de qué genero son, etcétera- y este año cuando se acerque la poda se cogerán los sarmientos de las gemas para reproducirlos en la Universidad de Huelva e intentar salvar este material vegetal. Luego, cuando se salve, tengo el compromiso de Bodegas Contreras Ruiz de Rociana, que nos dejará una hectárea de tierra para hacer una plantación en el campo y ver cómo se desarrolla. Ahí podremos ver cómo son los primeros frutos».
Tras este paso, «cuando se vendimie y demos con un tinto de calidad, desde el Condado de Huelva se podría dar un ‘bombazo’ porque se conseguirían unas variedades únicas en España», confirma Infante.
Eso sí, el Consejo Regulador es precavido, porque considera que «esto es sólo el principio», porque todavía queda mucho por investigar, comenzando por salvar las variedades.
En cualquier caso, se trata de un descubrimiento que podría revolucionar el vino del Condado de Huelva.