25 abril 2024

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Isabel Mijares, la mujer tras la copa de vino

La enóloga Isabel Mijares.

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La enóloga Isabel Mijares.
La enóloga Isabel Mijares.

Ana Rodríguez. Hablar del vino en España es hacerlo de María Isabel Mijares y García-Pelayo, una mujer pionera en pisar las bodegas para sacar de los caldos de la vid los mayores rendimientos. Comenzó su andadura profesional a finales de los años 60 y se ha convertido en todo un referente por su fuerza y su energía, esa que no le falta a pesar de contar ya con 72 años.

La afición por este mundo le venía ya desde pequeña, pues en la casa rural donde vivía en Castilla y León –ella nació en Mérida (Badajoz) pero su padre era leonés- tenían una bodeguita para consumo familiar.

Mijares estudió Ciencias Químicas en la Universidad de Madrid, una carrera en la que las mujeres normalmente acababan de maestras, aunque a Isabel el ámbito de la enseñanza no le gustaba: “quería dedicarme a algo con más vida, y no hay nada con más vida que el vino”, afirma. La experta confiesa que sopesó también otras opciones, pues además de la enología le llamaba la atención el mundo del perfume: “eché las solicitudes para las dos cosas, pues una se estudiaba en Lion y la otra en Burdeos, pero finalmente fue el vino, que tiene más alma que el perfume”.

En la casa donde vivía de pequeña tenían una bodega para consumo propio.
En la casa donde vivía de pequeña tenían una bodega para consumo propio.

En 1967 obtuvo una beca del Gobierno Francés para cursar estudios en el Instituto de Enología de la Universidad de Burdeos (Francia), la mejor del mundo y una de las pocas que había entonces dedicadas a formar en vinos. Allí comenzó a trabajar con el doctor Peynaud, sobre todo en temas de análisis sensorial, naciendo una fructífera relación laboral que se ha mantenido en el tiempo.

Un año más tarde, en 1968, la española obtuvo el título de Maîtrise en Physique mention Chimie y en 1970 una beca de la Fundación Juan March para hacer en Burdeos el curso de Doctorado en Enología, consiguiendo además ese mismo año el Diploma Nacional de Degustación de Vinos del Instituto de Enología de Burdeos.

Mijares decidió especializarse en vinos.
Mijares decidió especializarse en vinos.

“En Burdeos había enólogos propietarios de châteaux y yo quise hacer lo mismo pero en España, trabajar sobre el terreno. Teníamos mujeres investigando el vino, pero no pensaban en ir a las bodegas y ejercer de enólogas in situ”, indica Mijares. Cuando se metió a trabajar en una bodega confiesa que no pensó en nada, sólo en ejercer en lo suyo, en su hobby, algo que llegó a amar y que se convirtió en el centro de su vida.

Su arrojo tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que a finales de los años 60 las mujeres tenían aún poca presencia laboral, “quizás algunas más como profesoras, farmacéuticas o pediatras, que se veían profesiones más adecuadas”, explica la enóloga.

De aquellos comienzos en el mundo de las bodegas, Mijares afirma que “no fue difícil, ni me quejo de ello, ni tampoco había más machismo que en otras profesiones. Fue voluntad y cuestión de apertura. A todas nos tocó luchar y a ninguna nos regalaron nada”.

Botellas de vinos españoles
Era extraño en su época que una bodega mandara una mujer.

Según la experta, se enfrentó a su contexto consiguiendo que vieran en ella a una profesional, independientemente de que fuera hombre o mujer, además de formándose y demostrando que hombres y mujeres podían convivir sin problemas en el ámbito laboral. Lo más complicado fue conciliar vida profesional y familiar, algo que pudo hacer con el apoyo de su marido. “Me he pasado la vida viajando y si hubiera tenido un marido esperando en casa a que le tuviera la cena preparada, no hubiera podido trabajar”, apunta.

De hecho, en su vida de pareja, la enóloga siempre dejó todo muy claro: “me casé con un francés que entendió mi carrera. Mis padres también eran progresistas y me apoyaron. Habré tenido críticas, pero no me importan. He hecho lo que he podido y yo me debía a mi sector. Nunca le he fallado al sector, siempre he mirado por él”.

Vinos españoles
La enóloga no tiene un vino favorito, asegura que eso es «imposible».

Lo que el tiempo sí ha dejado de aquellos comienzos son un montón de anécdotas, la mayoría divertidas, como las caras de extrañeza de los bodegueros cuando una mujer entraba en las bodegas a mandar, “era algo hasta exótico y además yo tengo un carácter muy directo” –afirma Mijares-, algo que chocaba pero que le ayudó a hacerse un hueco en el sector.

La experta tuvo su primer empleo en las Bodegas Palacio de Arganza, en Villafranca del Bierzo (León), siendo directora técnica, y en 1975 fundó en Madrid los Laboratorios de Análisis y Control Enológico S.A. (Lacesa) de los que fue directora científica y responsable. Más tarde, en 1989, fundó Equipo Team (Técnicas Enológicas y Alimentarías Mijares S.L.), una empresa de consultoría para el sector alimentario en general y, más específicamente, para el sector vitivinícola.

Su fama hizo que poco a poco empezaron a ‘lloverle’ los cargos: la hicieron presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdepeñas (1982- 1987); secretaria general del Congreso Internacional de Análisis Sensorial (Barcelona, 1986); presidenta del Salón de Vinos y Espirituosos Festivino de Gijón (1991); presidenta de Vibexpo, Salón Internacional del Vino, Bebida e Industrias Afines, (Madrid, 1992); miembro del comité organizador del I Encuentro Europeo de Gastronomía (Madrid, 1992); presidenta de varias ediciones del Congreso El Vino y la Mujer; Hija Adoptiva de la Ciudad de Valdepeñas (1988) y Dama de Honor de la Escuela de Sumilleres de Barcelona (1990) entre muchos otros que fueron llegando con los años. Pero gracias a estos nombramientos, la enóloga pudo conocer el vino desde todos los posibles ámbitos (gastronómico, comunicativo, etc.), consiguiendo tener una imagen global del producto.

La extremeña ha recibido numeroso premios.
La extremeña ha recibido numeroso premios.

Mª Isabel Mijares es actualmente coordinadora, por la Real Academia de la Gastronomía, de la Guía Repsol de los Mejores Vinos de España, en la que hacen, como ella misma explica, “rutas por España con los mejores alimentos para descubrirle al usuario con qué puede gozar, pues el vino forma parte del turismo, el vino es cultura”.

Además de haber obtenido decenas de premios, realizado diversas publicaciones, participado en congresos y un largo etcétera, la experta es miembro de la Unión Internacional de Enólogos (U.I.O.E.) y de la Academia Española de Gastronomía (Sillón de Teresa de Ávila), ha realizado misiones como asesora técnica en temas vitivinícolas y de alimentación para las Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (O.N.U.D.I.) y está en continua conexión con la Oficina Internacional de la Viña y del Vino (O.I.V.), además de ser vicepresidenta de la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Vinos (FIJEV).

Crecen las exportaciones de vino español. / Foto: www.directivosygerentes.com
España posee la mayor superficie de plantación de vid. / Foto: www.directivosygerentes.com

Entre sus proyectos más novedosos, la experta apunta a un directorio digital que están elaborando en la Asociación Iberoamericana de Enoturismo, para el cual está trabajando en la parte de captación de socios.

Y es que la española va de un proyecto a otro, de un lugar a otro, pero el denominador común no cambia: el vino. “Estoy en cosas distintas, con gente diferente y eso me enseña mucho, porque a mis años sigo aprendiendo”, afirma Mijares, quien asesora a empresas y entidades en todo el mundo, desde India hasta Argentina, kilómetros que no le pesan porque hace lo que le gusta, lo que quiere… De hecho no piensa en la jubilación, señalando que su nombre y el término son “palabras opuestas”.

La enóloga sigue entregada a su profesión, como una madre a sus hijos, sin hacer distinciones entre ellos. En este sentido, Mijares asegura que no tiene un vino favorito, algo “completamente imposible” puesto que cada caldo depende de la ocasión, de con quién lo tome y con qué vaya acompañado.

La enóloga Isabel Mijares.
Mijares siempre ha sentido el apoyo de su familia.

Sobre el futuro de su sector, Mijares asegura que hay que encararlo con alegría, pues ha sabido evolucionar y adaptarse a las circunstancias. «Ha sufrido la crisis, como todos los demás, incluso más que otros, pues España es el primer país en superficie y este 2014 además el primero en producción, pero ha bajado el consumo y ahora empieza a vislumbrar que debe volcarse en las exportaciones”, destaca.

En este sentido, Mijares pone de relieve el destacado papel de la innovación, por la que ya está apostando abiertamente el sector. Un ejemplo de ello es que en España existen 25 bodegas construidas por grandes arquitectos, que poseen la tecnología más puntera, y que mejor se adaptan a las necesidades de producción.

También se está cambiando el estilo, el packaging, y otro de los aspectos en los que se trabaja, según la experta, es la vinculación del vino y el arte, un matrimonio del que ya están saliendo grandes cosas y al que se suma el ingenio de los creativos de moda, que también están haciendo sus aportaciones a este ámbito.

Comienza la vendimia. / Foto: Europa Press
La experta anima a los jóvenes a entrar de lleno en el mundo de la enología. / Foto: Europa Press

A los jóvenes que están pensando en dar sus primeros pasos en el mundo de la enología, Mijares los anima a que caminen con paso firme pues “es un mundo fascinante, sin limitaciones, en el que hoy hay espacio para todos y en esa innovación hay amplísimos huecos”.

Asimismo, en el exterior la imagen de los vinos españoles empieza a hacerse notar, aunque “no estamos todo lo presente que deberíamos”, explica Mijares. “Nuestros caldos están dentro de los tres mejores del mundo en calidad (junto a los de Francia e Italia), poseen una buena relación calidad-precio, pero no han sabido venderse. Hemos estado dormidos, no hemos sabido comunicar fuera de nuestras fronteras y lo que no se comunica, no existe. Estamos reaccionando por la cuenta que nos trae y tenemos que empezar a creer en nuestras cosas, a tener fe en lo que hacemos y en nuestro trabajo”.

Así pues, Isabel Mijares sigue confiando en ese mundo que tantas alegrías le ha dado, en ese sector vivo que produce grandes satisfacciones y al que ella ha querido dedicar su talento y su vida.

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