Redacción. La reina Sofía ha inaugurado el lunes, 22 de septiembre, en Barcelona la segunda edición del Congreso Internacional en Innovación e Investigación en Enfermedades Neurodegenerativas, que durará dos días y reunirá a numerosos expertos internacionales que ahondarán en el Alzheimer, el Parkinson y otras patologías relacionadas. Esta cita está organizada por la Fundación Reina Sofía, la Fundación Centro de Investigación en Enfermedades Neurológicas (Cien) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned).
El congreso, que incluye en su programación el X Simposio Internacional sobre Avances de la Enfermedad de Alzheimer y el VIII Foro Científico Ciberned, se centra en tres ejes específicos: la identificación de biomarcadores, las terapias celulares y los mecanismos neuroprotectores.
En el primer acto en la capital catalana al que acude tras la abdicación del rey Juan Carlos I, la reina Sofía ha estado acompañada por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad Susana Camarero y la delegada del Gobierno en Catalunya Llanos de Luna, entre otros.
Camarero ha destacado que el «mayor reto» que plantea el progresivo envejecimiento de la población es evitar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, cada vez más presentes entre los españoles: se estima que en 2050 la cifra de afectados se haya triplicado. Asimismo, ha confiado en que el «potente» sistema de investigación e innovación español en este ámbito logre hallar mecanismos de control para este tipo de enfermedades, que acostumbran a crear una progresiva degeneración de los individuos y tiene un fuerte impacto en el día a día de los familiares.
La secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad ha abogado por «adquirir hábitos desde la infancia» para evitar la aparición de los primeros síntomas y ha apostado por mantener una dieta Mediterránea y equilibrada para proteger el organismo y fortalecerlo ante posibles enfermedades. Ha dicho que las investigaciones en este ámbito se deben centrar en hallar tratamientos que «garanticen la máxima autonomía posible de los pacientes», así como terapias que eviten el deterioro de las capacidades vitales.