Redacción. Doce piezas arqueológicas de cuatro museos gestionados por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte han viajado ya al Metropolitan Museum of Art de Nueva York para participar en la exposición temporal ‘De Asiria a Iberia en el amanecer de la época clásica’, que se inaugura el próximo lunes 22 de septiembre y que se podrá visitar hasta el próximo 4 de enero de 2015. Cabe destacar entre estos préstamos tres elementos -collar, brazalete y frontil- del Tesoro del Carambolo, un conjunto único en la orfebrería mediterránea del primer milenio a.C. que es la primera vez que se expone fuera de España.
El consejero Luciano Alonso ha subrayado que se trata de “una oportunidad magnífica para difundir la gran riqueza de las colec-ciones de los museos andaluces, fundamentalmente de los fondos de origen fenicio y tartésico, a través de un importante proyecto expositivo en el que la Junta colabora desde el año 2010 con el Metropolitan de Nueva York”. Asimismo, Alonso ha hecho hincapié en que el traslado se ha realizado con las máximas condiciones y garantías de con-servación y seguridad.
La muestra ‘De Asiria a Iberia en el amanecer de la época clásica’ trata de reflejar la interacción entre el Oriente Próximo y las tierras ribereñas del Mediterráneo, así como su influencia en las formas artísticas orientalizantes que se desarrollaron por toda la región. Las doce obras procedentes de colecciones andaluzas se expondrán junto a unas 260 piezas de 41 museos de catorce países de todo el mundo.
Del Museo de Huelva han viajado también a Nueva York dos jarros zoomorfos de bronce hallados en la Necrópolis de La Joya en la capital onubense, que se han datado entre finales del siglo VII a.C. y principios del VI a.C.
Los fondos prestados por el Museo Arqueológico de Sevilla son tres piezas del Tesoro del Carambolo (el collar con los siete sellos, el brazalete y una de las placas con forma de piel de toro, denominadas popularmente como frontil o pectoral según su la funcionalidad atri-buida), la figura sedente de bronce de la diosa Astarté y el denomi-nado Bronce Carriazo, probablemente parte de un bocado de caballo.
Estas piezas se consideran fundamentales para el conocimiento del mundo tartésico y fenicio en Occidente, no sólo por el valor ya ampliamente reconocido del Tesoro, sino también por la singularidad de las otras dos piezas, como la Astarté sedente, único caso conocido con una inscripción identificativa de la diosa.
Tras un primer contacto entre el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y el Museo Arqueológico en 2010, a lo largo de los últimos meses se han desarrollado desde el museo sevillano toda una serie de trabajos técnicos de conservación, documentación, etcétera, para posibilitar el traslado.
Para la materialización del préstamo de las piezas solicitadas por el museo de referencia neoyorquino ha sido igualmente preciso un complejo procedimiento administrativo, derivado de la necesidad de obtener la autorización de las tres administraciones implicadas en la custodia del Tesoro del Carambolo: el Ayuntamiento de Sevilla como titular de las piezas; la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta como administración gestora del Museo Arqueológico de Sevilla y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Por su parte, el Museo de Cádiz ha aportado una Cabeza masculina orientalizante, aparecida en el mar, en la playa de la Caleta, y dos estatuillas de bronce de Melqart que proceden de Sancti Petri, en San Fernado.
Asimismo, el Museo Arqueológico de Granada ha prestado dos alabastrones, ánforas utilizadas como urnas funerarias descubiertas en la Necrópolis de Laurita, en Almuñécar, que datan del siglo I a.C.
Para hacer posible el traslado de las piezas, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte desarrolló a lo largo de 2013 todo el procedimiento administrativo del préstamo de las piezas solicitadas, que concluyó con la obtención de las autorizaciones de préstamo pertinentes, así como del permiso de exportación temporal preceptivo. La Junta ha cumplido en todo momento con los trámites regulados por la normativa vigente en materia de préstamos y exportaciones temporales de bienes culturales.
Además, se han observado rigurosos protocolos de embalaje, manipulación y transporte de las piezas desde las instituciones de origen hasta el Metropolitan de Nueva York, realizados por una empresa especializada y con amplio reconocimiento internacional en el campo del traslado de obras de arte, cumpliendo en todo momento con exigentes medidas de seguridad. En todos los casos se han utilizado cajas construidas ex profeso y, se ha hecho uso de materiales aislantes y protectores en el interior, para asegurar en todo momento su integridad.