Redacción. La Fundación Pasqual Maragall de lucha contra el Alzheimer ha lanzado una campaña de concienciación y captación de recursos económicos para poder seguir con sus proyectos e investigaciones en busca de un tratamiento efectivo para la enfermedad, que actualmente afecta a 44 millones de personas en el mundo.
El presidente de la fundación Jordi Camí ha llamado a los ciudadanos a «apoyar la luchar contra una enfermedad que va camino de convertirse en una epidemia mundial y que implica el sufrimiento de millones de familias», así como a realizar donativos. Para contribuir en la campaña, bautizada como ‘Olvidos contra el Alzheimer’ y en la que participan numerosas caras conocidas, se pueden realizar aportaciones a través de la página web olvid_s.org y enviando un SMS con la palabra ‘OBLIT’ al 28058.
A la presentación de la iniciativa han asistido el impulsor de la fundación, el expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall y su esposa, Diana Garrigosa, quien ha ensalzado la campaña, que arranca el domingo 21 de septiembre y durará un año, y ha animado a los familiares de enfermos a «tomárselo con paciencia porque tienen para rato».
El Alzheimer es una enfermedad que afecta a una de cada diez personas mayores de 65 años y a la mitad de la población de más de 85 años: se estima que en 2050 se triplique la cifra de casos mundiales si no se encuentra un tratamiento efectivo. Se trata de una enfermedad que altera la vida de las familias, teniendo en cuenta que comporta entre 10 y 15 años de progresiva discapacidad y dependencia: «Quita tiempo de vida tanto a los enfermos como a los cuidadores, que deben buscar ayuda», ha dicho Camí.
Por cada enfermo que vive en su domicilio hay un cuidador principal que dedica 15 horas al día a atender sus necesidades, una tarea que asumen principalmente mujeres, que acaban sufriendo «altos niveles de estrés, desesperanza y soledad», según ha reconocido Garrigosa.
Preguntada por el estado de Maragall, Garrigosa ha dicho que «se encuentra bien pero se desorienta y no ve bien, pero tiene en general una buena salud y aspecto gracias a que camina mucho».
«Él no olvida palabras ni nombres, sino que se pone la ropa al revés o lleva los platos al dormitorio», ha dicho, y ha explicado que hace pocos días visionó la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 para rememorar aquellos días y mantenerlos en el recuerdo.
