Redacción. La hermana Juliana Bonoha, la primera persona que supera el periodo de cuarentena por posible caso de ébola en España, ha asegurado que quedó «contentísima» con la atención que le dieron en el Hospital Carlos III de Madrid tanto las enfermeras como los médicos, a los que solo veía «los ojos», y recuerda que estaba feliz pues podía leer los periódicos, los Evangelios, ver la televisión y rezar laudes.
«No veía la cara de las enfermeras, de los médicos, pero me animaban de una forma impresionante, aunque solo veía sus ojos. Aunque estaba en cuarentena estaba feliz y contenta, podía ver la televisión, me trajeron periódicos, los Evangelios, y el libro de Laudes y Vísperas», ha afirmado en una entrevista concedida a Europa Press.
En cualquier caso, se pone triste al recordar los días antes de su repatriación junto al padre Miguel Pajares. Según cuenta, cuando dijeron que el hermano Patrick, el director del Hospital San José de Monrovia, no tenía ébola, todos se volcaron con el religioso y cuando confirmaron finalmente que era ébola «casi todos ya habían cogido la enfermedad».
La hermana Juliana no se contagió porque afortunadamente trabajaba en el almacén recibiendo las ayudas que llegaban, y no tenía contacto con los enfermos. «Yo no estuve ahí, no soy enfermera, pero los enfermeros, las hermanas los médicos, estuvieron todos ahí encima», explica.
Sobre su decisión de subirse al avión de repatriación junto al hermano de la orden de San Juan de Dios Miguel Pajares, Bonoha asegura que, incluso antes de que el ébola comenzara a expandirse por el Hospital San José de Monrovia, sus hermanas de la Congregación de las Misioneras de la Caridad que trabajaban allí con ella la animaban a irse.