S. D. Que Carolina Marín derribe puertas de la historia es algo habitual. La española se ha convertido en el primer representante del bádminton español en alcanzar una medalla en un Campeonato del mundo, al acceder a las semifinales de dicho evento, que en esta edición de 2014 se celebra en Copenhague (Dinamarca). De momento es bronce. Luego ya se verá. Para hacer posible la gesta Marín derrotó en los cuartos de final a la taiwanesa Tzu Ying Tai, en tres sets (19-21, 21-19 y 21-11) en una hora y 15 minutos de juego.
Hace poco más de un año Carolina escribió otra página en la historia del bádminton al llegar a los cuartos de final del Mundial, entonces disputado en Guangzhou (China). El 9 de agosto de 2013, la jugadora onubense peleó por las medallas con la que, a la postre, se colgaría el oro, la tailandesa Ratchanok Intanon. Carolina perdió en tres sets, pero por su mente pasó seguro que volvería.
Y volvió. Carolina Marín ya había repetido gesta este año con su victoria inapelable ante la número 3 del mundo, la china Yihan Wang. Pero quería más. Si el “puedo, porque pienso que puedo” le había servido de inspiración para derrotar a la china, sus palabras tras ese triunfo corroboraban las ganas, la fe y la ilusión por hacer algo más. “No me conformo con esto”, dijo. Y no lo se conformó.
Delante de ella estaba en esa frontera hasta ahora insalvable de los cuartos de final la jugadora de Taiwan Tzu Ying Tai, número 8 del mundo, que fue una rival difícil, muy difícil, que tiró de oficio incluso en los momentos más delicados para ella, pero que se vio superada sobre todo el tercer set, donde eso sí, se vio el mejor juego de Carolina.
Primera manga equilibrada, con dos jugadoras arriesgando poco, aunque no por ello no cometiendo errores. Quizás fue Carolina la que dio un pasito al frente antes, de ahí que las primeras ventajas fueras suyas (4-2 y 5-3). Mantuvo el tipo la onubense, alternando golpes buenos con algunos errores, al igual que la taiwanesa, llegándose al intervalo con 11-9. Había que refrendar lo conseguido, y en primer instancia Carolina dio sensación lograrlo, y el 17-14 que firmó podía ser decisivo. Lamentablemente fue decisiva la reacción de Tzu Ying Tai, que endosó un parcial de 0-5, que le dejó la manga a su disposición, cerrándola por 21-19.
Más de lo mismo en el segundo set, es decir, igualdad, equilibrio, empate técnico en aciertos y errores. Nadie dejaba nada al azar, las dos jugadoras empleándose al máximo, un choque de trenes, que tras el 10-11 en favor de la asiática al intervalo, empezó a decantarse ligeramente del lado de la onubense. Un parcial de 4-0 le valió para colocarse 14-11, y desde ahí volver a estar cerca de apuntarse la manga con 17-14. La misma historia del primer set, pero esta vez con final feliz para Carolina, que estuvo más seguro en el tramo final, al tiempo que la taiwanesa tampoco pudo repetir su excelente reacción. Acabó cayendo el set del lado de la de Huelva, por 21-19, que dejaba las espadas en todo lo alto para una tercera manga dramática.
Y lo fue, pero menos. Porque en el momento justo salió el juego devastador de Carolina Marín, ese que le ha llevado a ganar tantos partidos y ante rivales, a priori, superiores. El parcial de salida, 7-0, fueron las cartas credenciales de la onubense para ganar. Arrolladora, ambiciosa, segura en sus golpes, fue el torbellino que desarboló a la taiwanesa, a la que solo le quedó tirar un poco de ‘oficio’, parar el partido, y tratar de buscar el oxígeno que empezaba a faltarle.
Pudo darle réditos, pues del 7-0 y el 10-2 se pasó a un 11-5 al intervalo del set, y luego a un más inquietante 13-10. El partido era de Carolina, sí, pero tenía que cerrarlo. Lo hizo. Tras el achuchón de la asiática, parcial de 3-0 para la de Huelva que colocaba de nuevo las cosas en su sitio. Ya con seis puntos de renta (16-10) la cosa era cuestión de tiempo, de poco tiempo, el que empleó Carolina para cerrar la manga. La sonrisa con la que despidió un punto increíble (18-11) era el síntoma de que la victoria era suya -“puedo, porque pienso que puedo”-. No falló con la espada. A lo campeona, resolvió la papeleta con un claro 21-11, que le daba la llave de las semifinales donde, ahí es nada, asegura colgarse el bronce. Claro que Carolina quiere más.
Y para alcanzar algo más, tendrá que superar en la antesala de la final a la india Sindhu P. V.(12 en el ránking), que en los cuartos de final superó a la china, dos del mundo, Shixian Wang, en un durísimo partido a tres sets (19-21, 21-19 y 21-15), que duró una hora y 25 minutos.
Estas jugadoras se han enfrentado en dos ocasiones, con un triunfo para cada una. El más reciente cayó del lado de Carolina, y fue en junio pasado en los cuartos de final del Open de Australia. La onubense venció en dos sets (21-17 y 21-17). El triunfo de la jugadora india se remonta al Maldives International Badminton Challenge 2011, donde ganó a Carolina en tres sets: 21-7, 15-21 y 21-13.
En la otra semifinal la número 1 del mundo, la china Xuerui Li, se enfrentará a la japonesa, número 16 del mundo, Minatsu Mitani, que ha dejado atrás, entre otras, a la actual campeona del mundo la tailandesa Ratchanok Intanon.