Alejandro Díaz. El ser humano es el único animal que es capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Imagínese tener la capacidad de poder prever lo que deparará el futuro basándonos en las experiencias de otras personas. Esto es posible y se consigue gracias a que los datos obtenidos a raiz de dicha experiencia son recogidos en «un cerebro virtual» con una cabida de información asombrosa. Este cerebro recibe el nombre de Big Data. Tratar la magnitud de datos que generamos requiere de expertos en la materia. Es necesario personas cualificadas en registrar e indagar en el extenso mar de la digitalización, de ahí que la minería de datos se encargue de forjarlos. Este campo pertenece a la rama de las matemáticas y su origen, o quizá pilares de esta ciencia, se basa principalmente en la estadística.
Mª José del Jesús Díaz, una persona que ha facilitado la comprensión de este campo tan complejo para los ojos del mundano, es Profesora Titular de Universidad del Departamento de Informática de la Universidad de Jaén y directora del grupo de investigación “sistemas inteligentes y Minería de Datos». Su actividad de investigación se centra en el área de la inteligencia computacional y aprendizaje automático desde el punto de vista teórico y aplicado, o dicho de otra forma, tiene la capacidad y la enseña, de poder manejar programas informáticos que son capaces de recrear la manera de pensar con coherencia de un ser humano, además de “imitar la evolución natural” como nos aseguraba.
En las empresas, este campo científico se le conoce como «minería de negocios«. Los sujetos quedan registrados de manera digital en el Big Data para conocer mejor acerca de nuestros gustos, tendencias y preferencias. Las empresas tienen especial interés en saber recolectar y procesar estos datos. Todas las entidades estudian detalladamente cual será el público objetivo a tratar y cómo se espera que se comporte en un período de tiempo determinado. Gracias a la previsualización de «mi público» dentro de los movimientos de mercado, se podrá vender de manera más eficiente un producto, o saber cuándo demandará el público un cambio del mismo.
La bioinformática, según una de sus definiciones más sencillas, es la aplicación de tecnología a la gestión y análisis de datos biológicos. MªJosé ha trabajado en diferentes proyectos y contratos de investigación de ámbito nacional para el desarrollo de técnicas de minería de datos basadas en computación flexible y su aplicación a problemas del ámbito médico, y comentaba que “toda esta ciencia juega un papel importante en la medicina gracias a la digitalización”. En psiquiatría, por ejemplo, al dosificar la información de las experiencias, registrarlas, y ver el futuro que les ha amparado, se podrá deducir cual será el comportamiento de un individuo cuando presente un problema similar.
La globalización como proceso económico social y cultural a escala planetaria puede traer diversidad de opiniones a la hora de posicionarse a favor o en contra de ella, pero en cuanto a globalización tecnológica se refiere, es llamativo saber que existe una ciencia que es capaz de registrar todos nuestros movimientos y usarlos como experiencia, a su vez que gratificante puesto que está aceptado, desarrollado y seguirá desarrollándose en el mundo de la medicina.
1 comentario en «El futuro desde los ojos de la ciencia»
No sé yo hasta qué punto es esto una buena noticia… Es el eterno debate de «Seguridad y/o comodidad frente a libertad» (libertad en cuanto a no sentirnos espiados y controlados). Si todos estos datos nuestros se utilizan para nuestro beneficio, no tendría que haber problema, pero ¿quién nos garantiza que no sean utilizados para otros fines políticos o que esa base de datos no sea hackeada por criminales con fines poco éticos?
Creo que la minería de datos puede ser muy útil en otros campos, pero cuando se refiere a información personal y predicción de gustos y tendencias, me mantengo un poco escéptico.