Redacción. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la economía española aceleró su recuperación en el segundo trimestre del año al registrar un crecimiento del PIB del 0,6%, dos décimas superior al logrado en el primer trimestre (0,4%), gracias a la mejora del consumo y la inversión.
Según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada por el organismo estadístico, la tasa interanual avanzó un 1,2%, siete décimas más que en el trimestre anterior, encadenando así su segunda tasa positiva tras diez trimestres consecutivos de retrocesos interanuales.
Con el alza trimestral del PIB entre abril y junio, la economía española ya acumula cuatro trimestres consecutivos de avances, lo que ha llevado al Gobierno a anunciar que revisará al alza sus previsiones macroeconómicas.
En concreto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha avanzado que el PIB crecerá cerca del 1,5% este año, tres décimas más de lo anunciado en abril, y alrededor del 2% en 2015, dos décimas más de lo calculado inicialmente. Estas nuevas previsiones se aprobarán en septiembre y servirán de base para los Presupuestos Generales del Estado.
El INE ha explicado que la aceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional (1,9 puntos frente a 0,7 puntos en el trimestre anterior), frente a la reducción en cinco décimas de la contribución de la demanda externa, que pasa de -0,2% a -0,7 puntos).
Consumo e inversión. El consumo de los hogares mostró en el segundo trimestre del año un crecimiento trimestral del 0,7%, superior en dos décimas al del trimestre anterior (0,5%) y ya suma cinco trimestres consecutivos en positivo. No obstante, fue el gasto de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares el que registró el mayor avance trimestral, un 1,2%, tras el retroceso del 1,2% experimentado en el primer trimestre.
Las administraciones públicas, por su parte, echaron el freno en el gasto y sólo lo aumentaron un 0,1% entre abril y junio, frente a la notable subida del 4,4% del primer trimestre del año.
La inversión, por su lado, se incrementó un 0,5% respecto al trimestre anterior, frente al descenso del 0,7% del primer trimestre, con un avance del 0,9% en la inversión en construcción, su primera tasa positiva desde el tercer trimestre de 2011 y la más elevada desde el cuarto trimestre de 2007 (+1,5%), en los albores de la crisis. Por su parte, la inversión en bienes de equipo desaceleró dos décimas su crecimiento respecto al trimestre anterior, hasta situarse en el 2%.
En el segundo trimestre, las exportaciones volvieron a tasas positivas, al registrar un avance del 1,3%, frente a un crecimiento de las importaciones algo superior, del 1,5%, y que superó en seis décimas al del trimestre precedente.
Demanda interna. En tasa interanual, la economía española creció en el segundo trimestre un 1,2%, gracias a la demanda interna, pues la externa aumentó su contribución negativa al PIB. Los dos principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo y la inversión, presentaron en el segundo trimestre del año mayores variaciones anuales que en el trimestre anterior.
En concreto, el gasto en consumo final de los hogares creció un 2,4% en el segundo trimestre del año en tasa interanual, siete décimas más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias a la mejora generalizada de todos sus componentes.
Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas aumentó un 1,1% en tasa interanual en el segundo trimestre del año tras dos trimestres en negativo, mientras que la inversión volvió a tasas positivas al registrar un crecimiento interanual del 1,1%, en parte por la mejora de la construcción.
Concretamente, la inversión en este sector recortó más de cinco puntos el descenso interanual que había experimentado en el primer trimestre, hasta el -3,4%, su menor tasa negativa desde el primer trimestre de 2008. Por su parte, la inversión en bienes de equipo desaceleró casi dos puntos su avance, aunque siguió mostrando un crecimiento interanual elevado, del 8,6%.
Exportaciones e importaciones. En el segundo trimestre del año, la contribución negativa de la demanda exterior neta (-0,7%) fue más pronunciada que la del trimestre precedente (-0,2%) debido a que las exportaciones de bienes y servicios desaceleraron casi seis puntos su crecimiento interanual, desde el 7,4% al 1,7%, mientras que las importaciones crecieron un 3,9%, frente al aumento interanual del 8,6% del trimestre anterior.
Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad presentaron en el segundo trimestre un mejor comportamiento interanual que entre enero y marzo, con excepción de la agricultura, que registró una tasa anual del -0,5%, frente al 7,4% del trimestre anterior.
Por su parte, el valor añadido bruto de las ramas industriales creció un 1,1% en el segundo trimestre, frente al avance del 0,5% registrado en el trimestre anterior, mientras que los servicios mostraron un crecimiento del 1,5%, seis décimas más, y la construcción mejoró cinco puntos su tasa interanual, hasta el -3,1%.
127.000 empleos más en un año. En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,6% respecto al trimestre anterior, cinco décimas más que en el trimestre anterior.
En tasa interanual, el empleo registró un avance del 0,8%, lo que supone la creación neta aproximada de 127.000 empleos a tiempo completo en un año.
En el segundo trimestre, sólo la agricultura mostró un peor comportamiento del empleo que en el primer trimestre, al registrar una caída del 1,1%, en contraste con el crecimiento del 7,3% de enero-marzo.
Por su parte, la ocupación en los servicios creció un 1,5% interanual, 1,2 puntos más, y la industria atemperó más de dos puntos el recorte de puestos de trabajo, desde el -2,6% del primer trimestre al -0,2% en el segundo. Mayor que en la industria fue la mejora vivida por la construcción, que ha pasado de una tasa del de ocupación del -8,4% al -3,8%.
Moderación de la productividad. Según el organismo estadístico, la mejora de la ocupación también llegó al empleo asalariado, que creció un 1,2% interanual en el segundo trimestre, frente al descenso del 0,2% del trimestre anterior. Por su parte, el empleo no asalariado registró una contracción del -1,6%, cuatro décimas por debajo del periodo enero-marzo (-1,2%).
Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del 0,8% del primer trimestre al 0,4%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada se incrementó 1,2 puntos, hasta el 1,6%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del -0,3% al 1,6% por el aumento del número de asalariados (del -0,2% al 1,2%) y por el repunte en cuatro décimas de la remuneración media por asalariado (del -0,1% al 0,3%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 0,0%, cuatro décimas por encima del deflactor implícito de la economía (-0,4%).