Septiembre, segundas oportunidades

Manuel Rosado. Ahora que se acerca septiembre, y al igual que cuando va a comenzar un año nuevo vamos llenando nuestras mochilas con nuevos propósitos para lo que queda del año, es como una segunda oportunidad que nos damos para ponernos con aquello que no hemos hecho todavía. Propósitos y metas como «perder esos kilos demás que he cogido este verano”, “apuntarme al gimnasio”, “aprender inglés”, “tener más tiempo para la familia”, “ahorrar un poco de dinero”…, metas que expresadas de esta manera indican buena voluntad aunque poco compromiso.

Por ello en una primera sesión con un coach aprenderás a especificar y definir adecuadamente tu META, lo que te apoyará para enfocarte, comprometerte e ir evaluándote con el tiempo si vas por el camino adecuado para alcanzarla o, por el contrario, te estás alejando de ella. En coaching se puede trabajar todo tipo de meta personal que se desee, siempre que cumplan dos criterios; que se ajuste al acróstico de META y que ésta sea ecológica.

Primer criterio. La palabra META la utilizamos como un acróstico cuyas letras tienen el siguiente significado: M es medible, E es específica, T es tangible y A es Alcanzable.

De tal manera que “quiero perder peso”, declarada tal cual, no se ajustaría al acróstico de Meta y, por tanto, no te vas a sentir comprometido con ella. Una buena definición sería “voy a perder 3 kilos durante el mes de septiembre”. Esta es una meta que si podemos trabajar y que te permite estar enfocado y comprometido con ella.

Veamos cómo se ajusta al acróstico; ¿medible? Sí, son kilogramos, ¿específica? Sí, son 3, ¿Tangible? Sí, a través de una báscula, ¿Alcanzable? Sí, es realista perder 3 kg en un mes.

Otro ejemplo: “voy a encontrar trabajo”; expresado así suena a buena voluntad y poco compromiso. Cuidado con esta meta, ya que encontrar trabajo no depende sólo de ti, también va a depender de que exista una persona o una empresa que requiera de tus servicios y quiera pagarte por ello.

Yo invito a las personas que vienen con esta meta a que cambien su enfoque, que se exijan dar su cien por cien y tomarse la búsqueda de empleo cono si fuera un trabajo, y que primero especifiquen qué trabajo quieren encontrar; administrativo, camarero, periodista, repartidor, opositar…, para enfocarse y no dar palos de ciego, y luego centrarse en lo que ellos/as pueden hacer y está en sus manos, en lo que tienen influencia.

Por ejemplo, en sus manos está el tener el curriculum actualizado y con un formato moderno (¿tienes videocurriculum?), en sus manos está entregar 60 cv a la semana, en sus manos está el prepararte una futura entrevista de trabajo, en sus manos está el hacer contactos…

Segundo criterio. Con el término ecológico nos queremos referir a que la META no tiene que ser perjudicial para el coachee ni para su entorno, entendiendo por entorno su familia, amigos, compañeros, vecinos… y, también, el medio ambiente.

Si tu META se ajusta a estos parámetros, ¡Felicidades! ya estás más cerca de alcanzarla. Comprométete con tu meta en vez de sólo desearla. Un compromiso firme denota madurez y ganas de conseguir los resultados esperados. Tu compromiso te llevará a la acción, se dice que cuando ya has dado sólo el primer paso has recorrido el 51% del camino que te llevará a tu meta.

Un deseo sin acción es sólo un sueño, un deseo con acción te lleva a la obtención de resultados. Y tú, ¿sueñas o quieres resultados en tu vida?

“Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto”, Henry Ford.

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