Redacción. Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas que tenía su base en Madrid y desde donde distribuía a diferentes lugares de la geografía española, principalmente a la costa levantina.
Los cinco pisos de la red eran utilizados no sólo para almacenar la droga sino que eran auténticos laboratorios para adulterar las sustancias estupefacientes. En los cinco registros efectuados, los agentes incautaron cinco kilos de cocaína, tres de marihuana y un total de 263 plantas que eran cultivadas por los propios integrantes de la red. Además, se hallaron tres armas de fuego cortas reales, un silenciador y munición.
La investigación comenzó a finales del año pasado cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un grupo de personas se estaba dedicando al tráfico de sustancias estupefacientes en la provincia de Alicante. Tras varias pesquisas los investigadores determinaron que existía una red mayor, más estructurada y encargada de proveer en gran medida a los traficantes de esta provincia valenciana que estaba asentada en Madrid.
Las primeras indagaciones se centraron en localizar tanto a los integrantes de la red como los lugares de ocultación del estupefaciente. Los narcos, como medida de seguridad, cambiaban con frecuencia los citados «pisos franco» para evitar que fueran descubiertas.
Avanzada la investigación los agentes constataron que la organización contaba con «pisos de seguridad» en las localidades madrileñas de Leganés, Getafe y en el municipio toledano de Seseña. Estos inmuebles eran empleados por la organización como viviendas, almacenes de estas sustancias y laboratorios para la adulteración de la droga.
La operación culminó con la detención de nueve detenidos, todos de origen colombiano, a los que se les imputa un delito contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y a tres de ellos tenencia ilícita de armas prohibidas.
Finalmente los agentes identificaron en Seseña a una persona utilizada como «correos» por la organización para hacer llegar desde fuera la cocaína a España. También tenía como función el cultivo y producción de marihuana y en cuyo domicilio los agentes se incautaron de 263 plantas y tres kilos de marihuana.
En los registros efectuados en los domicilios los agentes intervinieron 15 kilos de sustancia de corte, 10 kilos de productos químicos, 10 moldes, balanzas de precisión, coladores, prensas hidráulicas e incluso máscaras de gas para protegerse de los vapores durante su manipulación. Uno de estos pisos también era utilizado como punto de venta de menudeo y probablemente como lugar de consumo para clientes, encontrándose una máscara con «pipa» o «bong» para potenciar los efectos.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.