Redacción. Investigadores españoles han desarrollado un novedoso sensor para la detección de formaldehído, un sistema que abre la puerta a la realización de mediciones de este agente tóxico ‘in situ’ en lugares de trabajo donde este contaminante cancerígeno esté o pueda estar presente.
El nuevo sensor, realizado por la Sociedad de Prevención de Fremap, en colaboración con el Grupo de Sensores Químicos Ópticos y Fotoquímica Aplicada (GSOLFA) de la Universidad Complutense de Madrid, está basado en la utilización de fibra óptica y de un indicador específico permitiendo la correcta identificación y cuantificación de este contaminante.
«A pesar de la sencillez de su fabricación, el empleo de fibra óptica permite detectar niveles de formaldehído en la atmósfera tan bajos como 14 partes por billón», ha explicado Catedrático del departamento de Química Orgánica y responsable de la investigación en la UCM, Guillermo Orellana.
«La captura de datos de manera continua y la comunicación de los mismos en tiempo real facilitará la toma de decisiones a la hora de controlar la exposición laboral a formaldehído», explican. Además, el sensor podría adaptarse a su uso en el campo medioambiental y en el de control de procesos industriales.
Este nuevo sistema de monitorización supone un importante avance respecto a los sistemas actuales de medición, avance que viene determinado por su especificidad, resistencia y la capacidad aportar información precisa y en tiempo real del nivel de formaldehído en distintos puntos de los lugares de trabajo.
Desde la Sociedad de Prevención de Fremap, su coordinadora Nacional de I+D+i, Beatriz Ramos, defiende el desarrollo de esta herramienta desde el impacto que los agentes tóxicos tiene en la salud de los trabajadores. «El impacto económico de la siniestralidad y las enfermedades laborales, tanto en las empresas como en el sistema público de salud, es cada vez más alto», explica. «Por este motivo y según la visión europea de Factories of the Future, era necesario abordar una serie de retos en Higiene Industrial que permitiesen la anticipación a las posibles situaciones de riesgo y el diseño de medidas de control más eficientes, como es el caso de los riesgos derivados de la exposición a formaldehído», añade.
En 2015: Agente cancerígeno de categoría 1B. Actualmente, casi un millón de trabajadores en la Unión Europea pueden estar expuestos a esta sustancia en el sector de la madera o en el sector sanitario, además uso es común para conservar piezas y tejidos anatómicos (cadáveres, tejidos para análisis, etc).
Este agente tóxico pasará a ser considerado agente cancerígeno de categoría 1B, a partir del 1 de abril de 2015, según el Reglamento Europeo nº 605/2014 publicado recientemente. «La consideración del formaldehído como agente cancerígeno de categoría 1B requerirá de un mayor control de las exposiciones laborales», ha señalado el coordinador de Higiene Industrial en Sociedad de Prevención de Fremap, Miguel Ángel Alba.
En este contexto, añade, «sistemas de detección y cuantificación de formaldehído como el patentado jugarán un papel importante en el desarrollo de sistemas fiables de detección y control en tiempo real de la exposición, así como para elaborar evaluaciones de riesgos».
Los trabajos desarrollados por el grupo de investigación han merecido la concesión, por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas, de una patente de invención titulada ‘Sensores y métodos para la detección y cuantificación de aldehídos’. La patente, cuya titularidad recae en Sociedad de Prevención de Fremap, recoge tanto el sensor desarrollado para la detección y cuantificación de aldehídos como el procedimiento de fabricación del mismo.