Redacción. Los servicios de Cirugía General y de Radiología del Hospital Universitario HM Sanchinarro (Madrid) han tratado a cuatro pacientes con tumores hepáticos primarios o secundarios con el sistema de microondas, una plataforma para la ablación térmica de tumores hepáticos primarios o secundarios (metástasis hepáticas de cualquier origen) que por su número, tamaño y/o localización no se consideran adecuadas para efectuar una resección quirúrgica.
La evolución de los mismos, según ha informado el hospital, ha sido «totalmente satisfactoria» en términos de un reducido tiempo quirúrgico, mínima estancia hospitalaria y un excelente control de la enfermedad.
Y es que, tal y como han explicado Emilio Vicente y Yolanda Quijano, responsables del servicio de Cirugía General y Digestiva de HM Sanchinarro (Madrid), y el jefe de servicio de Radiología del mismo hospital Avertano Muro, la ablación por microondas representa una «excelente alternativa» terapéutica para este tipo de pacientes, en los que sin esta opción de tratamiento se limitarían de una forma «muy importante» las posibilidades de un tratamiento local.
Se utiliza igualmente en pacientes con múltiples lesiones tumorales hepáticas distribuidas en ambos lóbulos del hígado. En ellos se combina la resección quirúrgica y el tratamiento ablativo local, los cuales pueden dejar al paciente libre de enfermedad tumoral.
En concreto, según han explicado los expertos, el sistema de microondas genera un rápido calentamiento con el movimiento de las moléculas de agua existentes en los tejidos, logrando la muerte celular en la zona tratada y produciendo una ablación del tumor con un margen de seguridad previamente establecido.
Se compone de un generador, una bomba de refrigeración y un aplicador para uso terapéutico bien por vía percutánea, abierta o mediante técnicas de cirugía mínimamente invasiva. Y es que, tal y como señalan los especialistas, el significativo avance en tratamientos ablativos percutáneos con control ecográfico y de la cirugía mínimamente invasiva en los últimos años, hace que muchas de estas lesiones puedan ser tratadas.
El sistema de microondas ofrece una cobertura en el tratamiento de lesiones hepáticas, hepatocarcinomas, metástasis hepáticas o colangiocarcinomas periféricos. «El tratamiento se ofrece para lesiones con un tamaño pequeño y en zonas muy localizadas y no comprometidas, hasta tumores de un volumen importante y con una ubicación compleja. La tecnología de microondas también se puede utilizar en lesiones tumorales situadas en pulmón, riñón o hueso», han comentado los doctores.
Las ventajas de esta técnica sobre la radiofrecuencia, la electroporación y la crioterapia se traducen en que es un procedimiento más rápido y de utilización más simple, permite realizar ablaciones de lesiones de mayor tamaño y está dotado de unas «excelentes» condiciones de velocidad y potencia ofreciendo, además, un mayor control del margen de seguridad con un tratamiento local prácticamente esférico.
Este sistema tiene una amplia gama de aplicadores para el tratamiento de lesiones en hígado que permiten una estabilidad de la zona deseada a tratar en función de la potencia y el tiempo de emisión, llegando a poder tratar una lesión de 5 por 4 centímetros en tan sólo 6 minutos a 140 voltios (W) de potencia y con una sola punción hepática, efectuada siempre bajo control ecográfico.
«El circuito integrado de refrigeración incorporado al sistema, mantiene una temperatura controlada, lo que permite trabajar con una potencia de hasta 140W. Esta circunstancia lo convierte en un sistema muy rápido. Por otra parte, al ser un sistema más rápido, evita la refrigeración fisiológica existente durante el tratamiento de lesiones en íntima vecindad a vasos de un importante diámetro, como la vena cava inferior, venas hepáticas o venas portales. Todo ello incrementa la eficacia de la técnica», han zanjado los expertos.