Rafael Artacho. El hecho de que muchos médicos y enfermeros/as opten por salir de nuestro país a trabajar en otros lugares no es nuevo, pero se está incrementando por el problema de la crisis y la pésima situación laboral que se vive en la sanidad española.
Las causas pueden ser variadas y difieren de unos profesionales a otros, pero sí que existen problemas comunes a todos que hacen que nuestros jóvenes médicos y enfermeros, por cierto muy bien formados, emigren a otros países donde las condiciones laborales son considerablemente mejores.
En un artículo publicado en El País en septiembre del año pasado se decía que el recorte en el sueldo de los médicos españoles ascendía al 25%, desde el año 2010. Esto supone una cantidad considerable y, para algunos, inasumible. Somos, según el mismo artículo, los médicos peor pagados de la Europa de los 15.
Al problema del sueldo hay que añadir la precariedad de los contratos. Muchos médicos y enfermeros/as trabajan por temporadas, en periodos vacacionales. Otros están contratados a tiempo parcial. En definitiva, se ha llegado a la situación de médico mileurista. No olvidemos que para llegar a ser médico especialista se invierten, en el mejor de los casos, de diez a once años. Y esto para cobrar al mes, cuando se trabaja, algo más de mil euros.
Para un médico o enfermero/a joven es algo inadmisible y, como es lógico, muchos de ellos toman la decisión de salir al extranjero en busca de mejores salarios y seguridad en los empleos. Mi propia hija, enfermera de 24 años, se va a Inglaterra el próximo mes de septiembre con un contrato de 2 años, algo que en nuestra querida España es impensable en estos momentos. Y lo más curioso del caso es que los ingleses valoran a nuestras enfermeras muchísimo más de lo que lo hacen nuestros dirigentes. Desde aquí le deseo a mi hija lo mejor en esta nueva experiencia para ella.
Nos estamos equivocando. Se nos está yendo al extranjero lo mejor, la savia nueva, jóvenes profesionales perfectamente formados y capacitados que buscan en otros países lo que el suyo no le da. Los que quedamos, mayores y cansados, no lo hacemos porque sencillamente se nos pasó el tiempo, pero no por falta de ganas.
Dicen que D. Alfonso Guerra dijo en un mitin que no iba a parar hasta ver a los médicos con alpargatas. Si eso es verdad, D. Alfonso, ya lo ha conseguido. Enhorabuena!! Si no lo es, perdone usted el comentario.