Redacción. Los Mossos d’Esquadra han detenido a ocho presuntos integrantes de una banda de extorsionadores y traficantes de droga que operaba en toda Cataluña y actuaba con extrema violencia.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de un hombre que se dedicaba a la compraventa de coches, que manifestó que el 24 de abril se dirigió con sus dos hijos menores a mostrar un vehículo a un cliente, y allí dos hombres les obligaron a entrar en un coche y los llevaron a su piso de Barcelona para que les diesen todo el dinero en efectivo.
A continuación, los llevaron a un cajero automático para efectuar una extracción de dinero, y luego los condujeron a Lleida, donde la víctima tenía una tienda y exposición de compraventa de vehículos, con el objetivo de que les entregasen más dinero, además de dos vehículos, con las llaves, la documentación y un contrato que le hicieron firmar bajo amenaza intimidándole con una pistola eléctrica.
La Unidad Central de Secuestros y Extorsiones se hizo cargo de las investigaciones y constataron que se trataba de un grupo muy violento, cuyos integrantes ya habían sido detenidos por los Mossos en 2011 por hechos similares y que ingresaron en prisión; en aquella ocasión obligaron a una de sus víctimas a cavar su tumba, pese a que no llegaron a matarla.
Los investigadores tuvieron que precipitar los arrestos ya que tenían constancia de que estaban planeando dos ataques: el secuestro de un médico de Barcelona al que querían obligar a entregar todo su dinero y poner a su nombre diversas propiedades y vehículos, y el asesinato de una empresario de Santa Margarida i els Monjos, tras obligarle a entregar su dinero y ponerlo a su nombre ya que tenían constancia de que recientemente había heredado una importante cantidad de dinero.
Los ocho arrestos, tutelados por el Juzgado de Instrucción 3 de Barcelona, se realizaron en Barcelona, Badalona, Sitges y Sant Pere de Ribes, y la policía realizó ocho registros en los que hallaron una pistola con silenciador, un revólver, un arma de fuego larga, tres pistolas detonadoras, una pistola eléctrica y tres vehículos.
Además de las armas y vehículos, también se incautaron 9 kilos de anfetaminas, 3,6 kilos de pastillas MDMA, 700 gramos de cocaína, balanzas, credenciales de policía falsas; el juez decretó el ingreso en prisión para cinco de los detenidos y la libertad con cargos para los otros tres.
