‘Camino a Vaduz’, la historia de superación Kike Martín

Kike Martín junto a sus compañeros del proyecto 'Camino a Vaduz´.
Dibujo de Kike Martín.
Dibujo de Kike Martín. / http://bandagesloveblood.wordpress.com

Ana Amador. C.S Lewis dijo una vez que “las dificultades preparan a las personas comunes para destinos extraordinarios”. Estas palabras del célebre escritor británico sin duda describen a la perfección el duro camino que Enrique Martín, Kike para sus amigos y conocidos, tuvo que recorrer cuando su vida dio un giro de 180°. Sin embargo su lucha ha merecido la pena y ha servido de inspiración para crear el proyecto ‘Camino a Vaduz’.

Para conocer el origen de esta iniciativa solidaria hay que remontarse a las 23.00 horas de un 30 de diciembre hace 14 años, cuando el caprichoso destino quiso que nuestro protagonista se encontrara “en el momento y lugar menos indicado” cuando tan solo tenía 17 años, según sus propias palabras. Aquella desafortunada noche, mientras Kike circulaba con su moto para encontrarse con sus amigos, un coche, que viajaba a gran velocidad y en dirección prohibida, perdió el control y le arrolló. A pesar de la gravedad de su estado de salud, los ocupantes del vehículo se alejaron del lugar sin auxiliarle.

Fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos con traumatismo craneoencefálico severo, sufrió tres infartos cerebrales, un derrame cerebral y dos neumotórax. Además de las graves lesiones por los golpes, en el hospital se contagió con la bacteria Staphylococcus aureus, lo que le provocó fiebre de casi 40°, por tanto su pronóstico era bastante crítico. Al recordar su situación asegura que “al principio no daban un duro por mi”.

Kike Martín junto a sus compañeros del proyecto 'Camino a Vaduz´.
Kike Martín junto a sus compañeros del proyecto ‘Camino a Vaduz´. / http://www.caminoavaduz.org

Pasó 10 horas en coma profundo y 29 días en coma inducido, pero a pesar de su situación afirma que “a veces era capaz de oír sonidos que parecían venir de lo lejos”. En ese estado de letargo permaneció hasta que un día escuchó a un médico decir que habían obtenido el consentimiento para iniciar el proceso de donacion de organos y que podían desconectar al paciente, entonces se despertó para descubrir que los medicos estaban hablando del paciente con el que compartía habitación.

Fue trasladado a planta y, a pesar de que con sus ojos trataba de comunicarse, los doctores pensaban que había quedado en estado vegetal. Debido a su incapacidad para hablar no pudo expresar que poco a poco se estaba quedando ciego, de haberlo logrado podrían haberle extirpado el quiste en el quiasma que le produjo la pérdida de líquido cefalorraquídeo y que ocasionó su ceguera irreversible.

La gran oportunidad para demostrar que los médicos erraron en el diagnóstico se presentó una tarde mientras su padre y su padrino estaban viendo un programa en la televisión. Cuando el presentador preguntó cuál era la capital de Lienchestein y nombró la opción Vaduz, Kike asintió con los ojos ante la mirada estupefacta de sus familiares, quienes afortunadamente se dieron cuenta de que su mente funcionaba perfectamente y estaba tratando de comunicarse.

Kike Martín junto a sus amigos.
Kike Martín junto a sus amigos. / https://twitter.com/CaminoAVaduz

Aunque había mejorado, también vivió momentos de flaqueza que le evitaron avanzar. “Yo no recordaba nada de lo que me había sucedido y creía que me querían enviar a morir a casa, así que eso hacía que mi salud empeorase”, reconoce. Sin embargo, gracias sobre todo a las palabras de apoyo de su madre y al comentario de un enfermero sobre el accidente que había sufrido, Kike logró demostrar su gran arrojo para ganar el importante partido que la vida le había obligado a jugar.

A partir de ahí, comenzó un largo camino de rehabilitación, consiguió estudiar un módulo de formación profesional en Dirección de Empresas y finalmente obtuvo un buen puesto de trabajo en una importante multinacional española.

Sobre sus próximos proyectos, asegura que su objetivo es “luchar, salir adelante, olvidarse del ayer y pensar en el mañana para lograr conseguir todo lo que le dejen y más”. También comenta emocionado que ahora se está esforzando para aprobar la prueba de acceso a la universidad. Así que su historia es, ante todo, el ejemplo de superación de una persona sencilla que decidió “volver a volver a empezar”, según matiza satisfecho.

Enhamed Enhamed en Pekin 2008.
Enhamed Enhamed en Pekin 2008. / http://www.paralimpicos.es

Esa gran fuerza de voluntad fue lo que llamó la atención de Paola Oliveras y Adrián Sánchez, los fundadores de la productora Veintidos Films, quienes le propusieron grabar un proyecto audiovisual basado en su vida y que sirviera de inspiración a otras personas con problemas. Según afirma, el mensaje de esperanza que quiso transmitir es que “si te esfuerzas y también tienes a gente que te apoye, esa batalla se puede ganar”.

El corto documental ‘Vaduz’, en el que también han participado Irene Villa o el medallista paralímpico de natación Enhamed Enhamed (cuatro oros en Pekín 2008 y dos platas en Londres 2012), se estrenó con gran éxito el pasado 26 de abril en los cines Artistic Metropol de Madrid. Asimismo, debido a la buena acogida del público, el 25 de junio se realizó otra proyección en el Auditorio Paco de Lucía del Centro de las Artes de Alcobendas (Madrid).

Además, la idea que comenzó con la grabación de un corto ha evolucionado hasta convertise en el proyecto ‘Camino a Vaduz’, una organización sin ánimo de lucro que busca involucrar a más personas y organismos para lograr lanzar al mundo su mensaje de optimismo. Según los creadores de esta hermosa iniciativa solidaria, Kike Martín representa grandes valores que llenan de esperanza, ya que “es un ser humano extraordinario que nos enseña, sin pretender aleccionar, que todas las fronteras están en nuestras cabezas”.

2 comentarios en «‘Camino a Vaduz’, la historia de superación Kike Martín»

  1. Conozco a Kike, hace muchos años es amigo de mi hija. He visto Camino a Vaduz, y es impresionante, cuentan su vida como es, llena de esfuerzo, superación, alegría.
    Kike es muy grande y un ejemplo de vida para todos.
    Se merece todo lo bueno de este mundo.

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