¿Dónde está la clave?

Carmen Valls. Hoy quiero compartir algo sencillo. Tengo dos sobrinos admirables: uno de ellos, de 19 años, estudia Ingeniería Electromecánica (prácticamente con matrícula de honor en todas las asignaturas), además es líder en una organización internacional donde se trabajan valores universales con chavales de todos los continentes, ha organizado ya varios proyectos solidarios con éxito en su universidad. Montañero y viajero.

Su hermano, 16 años, estudiante de Bachillerato de excelencia, seleccionado en su colegio casi todos los años para viajar en intercambios con otros países por su capacidad de comunicación y su rendimiento escolar. Premiado por el  CSIC al haber construído y programado un brazo robótico… he de matizar,  premiado en segundo lugar, y siendo superado sólo por un ingeniero con su carrera terminada. Magnífico conferenciante y escritor de historias. Aficionado a la vela.

Y no son los únicos casos cercanos que tengo de jóvenes apasionados por las cosas que hacen, y con habilidades sociales para convivir con el mundo. No hablo sólo de personas con un historial escolar tan brillante. Hablo de jóvenes que tras buscar, equivocarse, estar perdidos, ser malos estudiantes, han encontrado finalmente lo que les hace brillar, y potencia sus talentos más esenciales.

Al verles tengo la sensación de que contribuirán de forma positiva a este mundo.

En el caso de mis sobrinos, veo un gran equilibrio personal, intelectual, afectivo, social, ético, ….

He de admitir que me genera la ansiedad de no saber si yo seré capaz de acompañar así a mis hijos en su aventura de crecer (aún tienen tres años).

Y me pregunto ¿cuál es la clave? (vieja pregunta…)

  • ¿El presupuesto dedicado a su formación….? …. ambos han asistido siempre a una formación pública.
  • ¿ Las capacidades innatas? ¿Ya está todo en sus genes y habrían sido especiales en cualquier caso?
  • ¿Su contexto familiar? Yo me inclino drásticamente por este aspecto. Me gustaría compartir algunos aspectos en el caso de mis sobrinos:
    • Su madre, profesora de Primaria con una profunda vocación y una energía desbordante, les ha dado un modelo de lo divertido que resulta aprender. Les ha exigido al mismo tiempo autonomía y responsabilidad.
    • Su padre, ingeniero, ha trabajado en diferentes empresas y se ha reinventado mil veces, sin ponerse límites por idioma o conocimientos o pais. Ha jugado con sus hijos a imaginar y crear desde pequeños (era habitual verles buscar en los contenedores de basura, materiales para construir bicicletas, castillos, barcos, monopatines, muebles…).
    • En general, en este contexto familiar, han sido educados en la posibilidad de ser ellos mismos (no han tenido miedo a no seguir la corriente: nunca han sido niños de marcas, o de tener Nintendo, o de ver la Tele). Han sido alentados a seguir sus propios sueños e iniciativas: han sido emprendedores desde el colegio, ganando su dinero fabricando por iniciativa propia juguetes, artilugios para hacer malabares, ….Si querían tener dinero, preferían conseguirlo con su capacidad creativa.
      Han sido respetados en sus opiniones, opciones, iniciativas, siendo alentados  a ser autónomos, únicos, curiosos y críticos.
    • Han estado rodeados de personas que disfrutan con su trabajo, que debaten y discuten apasionadamente cada día acerca de su actividad profesional. Crecer , aprender, responsabilizarse, ser autónomo en este contexto, aparece como una gran aventura (¿qué transmitimos a nuestros hijos cuando nuestro trabajo parece una especie de tortura?)

Yo no sé si seré capaz de hacerlo así de bien, pero me da pistas para acompañar a mis hijos a encontrar su camino. Me hace estar atenta al modelo que represento para ellos.

1 comentario en «¿Dónde está la clave?»

  1. Hola Carmen.

    Muy bueno. Todos debemos ser conscientes de que la educación es el bien supremo para mejorar (y hoy mantener) la sociedad. A veces, nos olvidamos y delegamos en otros esta tarea, que sólo consiste en acompañar, dar libertad de pensamiento y ofrecerles a los niños diferntes opciones (no sólo tele).
    En fin que el informe pisa nos «pisa» siempre y es por que no atendemos la educación.

    Un abrazo

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