Redacción. La Policía Nacional ha desarticulado un grupo organizado formado por tres personas al que se le imputan 47 robos en viviendas de Madrid, Toledo, Guadalajara y A Coruña, que fueron cometidos mediante el método del resbalón o usando llaves maestras.
Los tres miembros que integraban la banda, detenidos en Guadalajara, se desplazaban por toda España para cometer los asaltos, casi siempre durante el día y cuando no había nadie en el interior del domicilio. Su pericia les permitía cerrar de nuevo las puertas tras abandonar las casas sin dejar rastro, consiguiendo así que los inquilinos tardasen tiempo en darse cuenta del robo.
En los registros realizados en un domicilio de Toledo y en una nave industrial de Arganda del Rey (Madrid), los agentes han recuperado 16 relojes, 47 piezas de joyería, varios smartphones, tres vehículos y aparatos electrónicos. También se ha encontrado un vídeo con instrucciones para abrir cerraduras y un kit de herramientas para cometer los hechos delictivos.
Estas detenciones se enmarcan dentro del ‘Plan operativo contra la delincuencia itinerante’ puesto en marcha el pasado enero con el objetivo de ofrecer una respuesta coordinada y global para la prevención e investigación de los delitos cometidos por grupos organizados con movilidad geográfica.
La operación, llevada a cabo por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Guadalajara, se inició cuando los investigadores tuvieron conocimiento de la comisión de varios robos en viviendas de la provincia de Guadalajara, en los que se habían sustraído joyas y ordenadores, sin que las cerraduras presentasen signos de forzamiento.
Un análisis de estas actuaciones delictivas permitió relacionar los hechos con un grupo itinerante especializado en el asalto de domicilios que entraba en viviendas vacías a plena luz del día usando el método del resbalón o llaves maestras.
Durante la investigación se descubrió que los ladrones preparaban sus acciones con labores de información y vigilancia previas, con el objetivo de elegir las zonas más apropiadas para cometer sus delitos. También se comprobó que se desplazaban diariamente a diversas localidades de la geografía española para perpetrar las sustracciones, regresando después a sus domicilios.
Una vez cometidos los robos, se deshacían de su botín vendiendo las joyas en un local «compro-oro» que presumiblemente las fundiría, o bien enviando los artículos a Rumanía, país de origen de dos de los arrestados.
Hasta el momento se les imputan 47 robos en viviendas en Madrid, Guadalajara, Toledo y A Coruña. En uno de los asaltos cometidos en Guadalajara, el autor se apoderó de las llaves de la vivienda del hijo de la víctima y las utilizó para acceder horas después, sustrayendo joyas y equipos informáticos.
Con todos los datos obtenidos por los investigadores, se estableció un dispositivo que hizo posible la detención de los tres miembros del grupo en Guadalajara tras la comisión de un asalto. Se trata de dos hombres de 30 y 40 años y de nacionalidad rumana y de un español de 41.