Redacción. España es el cuarto país europeo con más proyectos de inversión de China, del que recibió 409 millones de euros en 2012, cerca de siete veces más que el año anterior, convirtiéndose en el noveno país con mayor inversión china, según un estudio de Esade en colaboración con KPMG y Cuatrecasas.
La calidad de sus recursos humanos, su acceso a otros mercados, sus infraestructuras portuarias y su apertura a la inversión extranjera son las principales claves por las que España ocupa este cuarto lugar, según el informe ‘Inversión China en Europa 2014’.
El número de empresas chinas, sin embargo, todavía es residual en comparación con las 12.000 compañías extranjeras que operan en España. Según el estudio, la mayoría de las empresas operan en sectores como el energético (Sinovel Wind) y las TIC (Huawei), el transporte y la logística. También es relevante la presencia de empresas chinas en el sector bancario, en el industrial, y cada vez más, en el hotelero y en el agroalimentario.
A favor de España destacan el buen clima de negocios, la actitud y apertura hacia China y sus infraestructuras. Por la contra, los costes relativos al suelo son altos y los trámites burocráticos excesivos. Además, las empresas chinas reconocen que se enfrentan en su entrada al mercado español con grandes desafíos como el reconocimiento de sus marcas, la comprensión del mercado local, la claridad de la regulación, la gestión de los recursos humanos y las prácticas de negocio.
La Unión Europea es el principal destino de la inversión china, con un stock de 26.768 millones de euros, el 85% de ellos concentrados en Luxemburgo, Francia, Reino Unido, Alemania y Suecia. Aunque la inversión directa china solo supone un 0,67% del total recibido por la UE y el margen para el crecimiento durante los próximos años es grande.
La estabilidad macroeconómica, política e institucional, la calidad de las infraestructuras y las oportunidades y ventajas que ofrece a la inversión son los principales atractivos del continente europeo para las empresas chinas, que basan su modelo de crecimiento en la transmisión tecnológica y técnica de gestión desde el exterior.
El sector financiero chino es uno de los ámbitos con mayor proyección en el mundo, especialmente en Europa, donde los principales bancos chinos ya cuentan con presencia, como el Bank of China o el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC).
Aunque se ha avanzado mucho en este ámbito, todavía existe un margen muy amplio de desarrollo y de modernización de las diversas ramas de su actividad. La liberalización de los tipos de interés, la expansión de los mercados financieros, la innovación financiera y la aparición de nuevos negocios y prácticas operativas son las asignaturas pendientes que tendrá que afrontar el sector financiero chino en los próximos años.
