Fallece la escritora Ana María Matute a los 88 años

E.P. La escritora Ana María Matute Asenjo ha muerto este miércoles, 25 de junio, a los 88 años en el Hospital de Barcelona tras sufrir una insuficiencia respiratoria el pasado 14 de junio que se ha ido agravando.

El funeral de la escritora se oficiará el viernes, 27 de junio, en el Tanatorio de les Corts de Barcelona, han informado fuentes cercanas.

Matute (Barcelona, 1925), ganadora de casi todos los premios nacionales de letras y literatura -entre ellos el Premio Cervantes, el Planeta y el Nacional de Literatura-, destacó por narrar la posguerra española desde el punto de vista de los niños y por ser la tercera mujer en ingresar en la Real Academia Española (RAE) en sus 300 años de historia.

Niña precoz, Matute escribió su primera novela con 17 años, Pequeño teatro, con la que ganó el III Premio Planeta en 1954.

Solía decir que la niñez, lejos de ser una etapa, era un mundo completo en sí misma, y la mirada infantil de los «niños asombrados» que presencian las desgracias de la Guerra Civil en muchas de sus obras es realista y cargada de emociones.

Dada a escribir trilogías, la más famosa fue Los mercaderes, integrada por Primera memoria, Los soldados lloran de noche y La trampa, y dominada por la Guerra Civil y su sociedad materialista; en conjunto su treintena de obras se ha traducido a 23 idiomas.

Además de la Guerra Civil, la Edad Media fue un tema obsesivo para Matute: La torre vigía se considera la primera obra en la que Matute cambia la ambientación de posguerra por la de lo medieval, algo que mantuvo en Olvidado Rey Gudú (1997) y Aranmanoth (2000), sus libros más recientes y con los que rompió un largo silencio literario.

En cambio su última novela, Paraíso inhabitado (2008) retoma la temática infantil, desvinculada ya de los horrores de la guerra pero marcada por la falta de amor entre sus padres, por lo que la protagonista se refugia en un mundo interior lleno de amigos imaginarios.

La vida en su obra. En casi todas las obras de Matute se puede entrever alguna pincelada de su vida, no sólo en las que se ambientan en la Guerra Civil: a principios de los años 60 escribió Historias de la Artamilla, A mitad del caminoEl río, libros autobiográficos en los que rememora la niñez y la ruralidad e Mansilla de la Sierra, pueblo riojano donde vivió con sus abuelos un tiempo tras padecer una grave enfermedad.

Ana María fue la segunda de cinco hijos de una familia catalana de la pequeña burguesía, muy religiosa. El padre poseía una fábrica de paraguas y viajaba a menudo por Europa; en sus relatos pudo haberse inspirado la imaginativa hija, que empezó escribiendo cuentos que ella misma ilustraba.

Y cuentos escribió ya en firme tras el nacimiento de su hijo Juan Pablo en 1954, fruto de su matrimonio con el escritor Ramón Eugenio de Goicoechea (del que se separó en 1963), que desencadenó la obra infantil de la autora, cuentos dedicados en su mayoría a su hijo.

Premios. A las puertas estuvo de ganar el Nobel de Literatura cuando fue candidata en 1976; sin embargo, Matute acaparó multitud de premios, casi todos los nacionales concedidos a las letras y la literatura.

En 1959 consiguió el Premio Nacional de Literatura con Los hijos muertos -novela premiada también con el de la Crítica de 1958- y el Premio Nadal con Primera memoria, del que ya había quedado semifinalista en 1949 con Luciérnagas -la censura le impidió publicarla-.

En 1984 fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Sólo un pie descalzo, en 2006 recibió el Premio Terenci Moix, en 2007 Premio Nacional de las Letras Españolas y el 2010 el Premio Cervantes, últimos galardones que obtuvo en vida.

Otros galardones que también recogió fueron el Café Gijón en 1952 con Fiesta al Noroeste, el Premio Festenrath de la RAE en 1962 con ‘os soldados lloran de noche y el Premio Lazarillo de literatura infantil en 1965 por El polizón de Ulises.

Bandera a media asta. Asimismo, con motivo del fallecimiento de Matute, la bandera de la Real Academia Española (RAE) ondea a media asta en memoria de la académica y escritora, que ocupaba la silla ‘K’ desde 1998.

Así, según informa la institución, está de luto por el fallecimiento de la académica y su directo, José Manuel Blecua, ha expresado en nombre de la RAE, la condolencia y el pesar de los académicos por el fallecimiento de su compañera de corporación.

La próxima sesión ordinaria del pleno, este jueves 26 de junio, se suspenderá en señal de duelo, como es tradición académica.

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