Massive Attack abre en el Sónar su gira mundial con un show envolvente y de arte visual

Massive Attack
Massive Attack
Massive Attack.

Redacción. La banda británica de trip hop Massive Attack dio la noche de el jueves,12 de junio, el pistoletazo de salida de su gira mundial en el XXI Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia Sónar de Barcelona con un show envolvente que hizo vibrar a un público de 10.000 acreditados e invitados de Estrella Damm, en que han confluido arte visual, música y crítica política.

Codiseñado por el artista, músico, cantante y compositor Robert Del Naja, el show ha supuesto el regreso a los escenarios de los conocidos como padres del ‘Sonido Bristol’, que tantas influencias provocaron en los 90 en bandas como Portishead, cuatro años después de la publicación de su último disco ‘Heligoland’.

Intensas percusiones de casi dos minutos de duración aderezadas con un show de luces azules y blancas sobre fondo negro se convirtieron en el arranque del espectáculo, con el tema ‘Battlebox’, que contó con la interpretación especial de la artista Martina Topley-Bird, corista inglesa conocida como la Dietrich negra del Soul.

Los de Bristol  protagonizaron un espectáculo poblado de luces de grandes estructuras leds y una colaboración artística especial a cargo de la artista Topley-Bird, que también ha participado en temas aclamados como ‘Psyche’ y ‘Safe from harm’.

En ‘United Snakes’ subieron la intensidad y se pusieron críticos y reivindicativos con la proyección acelerada de marcas de empresas globales con fondos rojos, negros y grises.

Massive Attack, muy selectivo a la hora de dar conciertos por el gran número de colaboraciones que atesoran sus directos,  demostró su intención de dar en su nueva gira mundial un nuevo paso en la exploración audiovisual de la propaganda política y la influencia tecnológica.

En ‘Jupiters’ intercalaro visuals en catalán que rezaban lemas como ‘Prepareu-vos!’ (Preparaos), ‘Foc enemic’ (Fuego enemigo), ‘Prova-ho un altre cop’ (Pruébalo otra vez), ‘Bon tret’ (Buen disparo), como si de instrucciones de guerra se tratara.

Más de hora y media de show fue suficiente para hacer sonar remixes de grandes hits de ensueño como el hipnotizante ‘Angel’, especialmente coreada y bailada por el público invitado del festival, que este año cuenta con 155 actuaciones, y que la noche del sábado acogerá de nuevo el show de los de Bristol.

En ‘Inertia Creeps’, los británicos llevaron más allá el arte de proyectar palabras y convertirlas en imagen artística, y sucedieron la proyección de titulares informativos para hacer pensar al público sobre hechos de actualidad reciente como el coste de 37 millones del divorcio de Antonio Banderas y Melanie Griffith o los desengaños que se llevan algunos los 365 días al año.

‘Jóvenes que se precipitan por el balcón’ y ‘Padres que suplantan la identidad de su hijo para acosar a menores’ fueron algunos de los enunciados que se sucedieron en las grandes pantallas que presidieron el show, en las que incluso se vió un ‘Felip VI abdica’, así como lemas que animaron al público a votar y a dar su opinión sobre temas del mundo.

Scratches y campanillas dieron la bienvenida al inicio de la canción ‘Unfinished Sympathy’, que se convergieron en una de las más celebradas y que servió para enfilar la recta final del concierto, que cerraron ‘Atlas air’ y ‘Splitting the atom’.

Por Plastikman el Sónar de Día se prolongó excepcionalmente y por primera vez hasta las 23 horas, en un caldeado y masivo ambiente entre quienes no tuvieron la fortuna de ver en primicia el ‘show’ de Massive Attack y que, de buena gana, supieron acoger uno de los hitos de esta edición.

Después de la sesión del Dj Daniel Miller, a tres minutos de la diez y ante una abonada pista de público de pie, sentado en los confines, arrancó un espectáculo de luces y videoproyecciones de la mano del esperado Richie Hawtin recuperando así su alias como ‘Plastikman’.

Con esta actuación, el músico presentó en Europa ‘Objekt’, un nuevo concepto de directo que estrenó en noviembre en el Museo Guggenheim de Nueva York, de donde trajo el obelisco diseñado por su equipo para la ocasión que en el escenario SónarVillage sirvió de punto de referencia ocular a un aforo, al principio, más concentrado en la puesta en escena que dispuestos a bailar.

Sin embargo, si en Nueva York Hawtin y sus colaboradores crearon un formato especial para adaptarse a la sala del museo, para el estreno continental llegó con nuevas variaciones, convirtiendo el ‘show’ en un reestreno a base de proyecciones lumínicas con diversidad de figuras geométricas balanceantes y entrecruzadas con rizos y ondulaciones imposibles, así como átomos ascendientes en constante crecimiento.

El nuevo disco de Plastikman, ‘Ex’ fue grabado en directo en el Museo Guggenheim de Nueva York, se ha publicado digitalmente el 10 de junio, lo que no ha impedido a los fans disfrutar de la sesión como si la conocieran de hace años al apreciar cada punto de tensión introducido con maestría por el ‘hombre de plástico’.

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