Redacción. Los numerosos empresarios que asistían este miércoles, 4 de junio, al I Premio Reino de España a la trayectoria empresarial en el Palacio Real de El Pardo han despedido al Rey Don Juan Carlos con una larga ovación en la que se ha escuchado también un ‘¡Viva el Rey!’
Visiblemente emocionado con los largos aplausos que los asistentes, todos en pie, le han dedicado tanto al inicio como al final del acto, Don Juan Carlos, con una sonrisa y la mano en el pecho, les ha agradecido la acogida, pero también les ha dado las gracias «por su labor» y les ha animado a seguir «adelante».
El galardón lo conceden el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos y ha recaído en el fundador y y presidente de honor del grupo de ingeniería y tecnología Sener, Enrique de Sendagorta Aramburu, en reconocimiento a una vida de esfuerzo dedicada a crear empleos y generar bienestar social.
En su discurso, el primero tras su anuncio de abdicación, el Rey Don Juan Carlos ha reivindicado el «empeño» que ha puesto durante todo su reinado en impulsar la cultura empresarial como una forma de «apoyar el mayor progreso económico» de España y «con la vista puesta en el bien común y el interés general».
También ha hecho votos por que este nuevo galardón «se consolide en sus sucesivas ediciones» pues el mayor servicio que los empresarios, «asumiendo riesgos y dificultades», realizan en favor de la sociedad se concreta en la generación de puestos de trabajo y riqueza, una realidad que «no siempre es bien conocida ni reconocida por todos los ciudadanos».
En una de sus últimas intervenciones como jefe del Estado, el Rey ha vuelto a referirse una vez más a la elevada tasa de paro en España que golpea especialmente a los jóvenes. «La falta de trabajo es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de los españoles y uno de los principales retos a los que hace frente nuestro país desde hace años. Una parte muy importante de nuestra juventud sufre las consecuencias del desempleo que condiciona su presente y lastra injustamente sus expectativas de futuro».
«Nuestra sociedad es muy consciente de ello y de la necesidad de abordar este problema con la colaboración y solidaridad de todos», ha dicho el Rey, que ha recordado que en este contexto la contribución de los empresarios es «fundamental». A ellos les ha pedido que su espíritu empresarial, «por definición creativo e innovador esté ligado siempre a su más alta función social».
«Porque si el genio emprendedor merece admiración por el coraje y la visión que le caracterizan, al mismo tiempo es deudor de respeto y agradecimiento por el beneficio que puede aportar al conjunto de la sociedad», ha añadido.
Del premiado, el Rey ha destacado cómo ha desarrollado durante muchos años un proyecto de empresa «sostenible, innovador y comprometido socialmente que puede servirnos como guía en la tarea que tenemos por delante».