Redacción. La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha puesto en marcha un protocolo integral de actuación para la atención a pacientes con infarto con el fin de lograr una reducción de 385 muertes al año, un 30% con respecto a la cifra de fallecimientos actual -1284 en 2012– y de un 50% en los reingresos.
Así lo ha avanzado el consejero de Sanidad Antonio María Sáez Aguado quien ha presentado hoy la estrategia denominada ‘Código infarto’ a un grupo de profesionales sanitarios, ya que su puesta en marcha supondrá la coordinación de los servicios de urgencias del sistema sanitario, extra e intrahospitalarios, con la unidades coronarias y de hemodinámica.
El objetivo de ‘Código infarto’ es mejorar la atención de los pacientes en lo que se refiere al tiempo de actuación, lo que conllevará una reducción en el número de fallecimientos, ya que la mortalidad baja si se logra rebajar el tiempo de llegada al hospital.
De este modo, el consejero de Sanidad se han planteado como objetivo no superar los 10 minutos desde que se sospecha que hay infarto hasta que se realiza el primer electro; no superar los 30 desde que atiende el primer médico hasta que se pone un tratamiento y un máximo de 120 minutos para llevar a efecto la angioplastia o desobstrucción.
Para lograr alcanzar estos tiempos de atención ‘Código infarto’ establece una guía de actuación que incluye los criterios diagnósticos y medidas generales de asistencia a los pacientes con infarto, así como las indicaciones de repercusión. Además se establecen diversos circuitos de atención desde la aparición de los primeros síntomas, el primer contacto médico, la actuación de los servicios de emergencia extrahospitalarios, la de los hospitales de referencia y la de aquellos que disponen de unidades de homodinámicas.
Este protocolo, cuya puesta en marcha arranca el miércoles, 4 de junio, afecta a todos los niveles de atención del sistema sanitario de Castilla y León con el fin de agilizar el diagnóstico y tratamiento de esta patología coronaria. «Se trata de un programa de organización de recursos para mejorar la productividad en la atención al infarto», ha señalado el consejero, quien ha recordado que esta estrategia ya se ha puesto en marcha en cuatro autonomías.
Por último, con la puesta en marcha de esta estrategia se crea un registro que recogerá los datos esenciales del diagnóstico, los tiempos de asistencia, tratamiento, complicaciones y mortalidad de los pacientes tratados en la Comunidad. Además se definen una serie de indicadores de calidad básicos que permitirán evaluar los resultados de la atención y mejorar el funcionamiento de esta estrategia.
Según los datos aportados por sanidad el infarto agudo de miocardio constituye uno de los principales problemas de salud pública. En 2012, de las 28.259 que se produjeron en Castilla y León, 1.287 fueron causadas directamente por un infarto, es decir, un 4,5 por ciento del total.
Además, según datos de la Sociedad Española de Cardiología, un 7,5% de los pacientes que son ingresados con un infarto de miocardio fallece en el hospital y otro 7% reingresa en el primer mes. En los últimos años se ha reducido sensiblemente la mortalidad en el hospital pero no la que se produce antes de llegar a los centros hospitalarios.