25 abril 2024

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Las claves de la verdadera historia de William Martin, ‘El hombre que nunca existió’

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La visita a la tumba de William Martin aparece en muchas guías turísticas de Huelva.
Tumba de William Martin en el Cementerio de ‘La Soledad’.

Mari Paz Díaz. La figura de William Martin, ‘El hombre que nunca existió’, continúa generando interés siete décadas después de que aquel cuerpo hallado en la Costa de Huelva engañara al espionaje alemán en plena II Guerra Mundial. La historia tiene todos los alicientes para que así sea. Este oficial inglés protagonizó en 1943 la operación ‘Carne Picada’, un montaje realizado por los británicos para engañar a los alemanes y hacerles creer que los Aliados desembarcarían en Cerdeña, cuando realmente lo hicieron en Sicilia. Los servicios secretos ingleses arrojaron el cadáver al mar con una identidad falsa para que llegara a Punta Umbría.

Carnet de William Martin. / Foto: personajesenigmaticosdelahistoria.blogspot.com.
Carnet de William Martin. / Foto: personajesenigmaticosdelahistoria.blogspot.com.

El cadáver de este Mayor británico apareció flotando en la playa el 30 de abril de 1943. Portaba documentos con los que engañar a los alemanes, que fueron víctimas de la trampa. Después de la guerra, al salir a la luz la correspondencia entre Hitler y Doenitz, se descubrió que el engaño había funcionado a la perfección.

Portada del nuevo libro William Martin, escrito por Jesús Copeiro y Enrique Nielsen-Hidalgo.
Portada del nuevo libro William Martin, escrito por Jesús Copeiro y Enrique Nielsen.

En su lápida, situada en el Cementerio de La Soledad de Huelva, puede leerse: “William Martin. Nacido el 25 de marzo de 1907 y muerto el 24 de abril de 1943. Hijo adorado de John Glydwyr Martin y de la difunta Antonia Martin de Cartiff. Walles. Dulce et decorum est pro patria mori. RIP”.

Sin embargo, todo lo que habíamos creído hasta ahora sobre esta apasionante historia debe ponerse en cuarentena. Porque, después de la película ‘El hombre que nunca existió’ y varias publicaciones sobre el tema -como el libro de Diego Lopa o una novela editada en 2010-, acaba de aparecer un nuevo libro editado por la Diputación Provincial de Huelva y realizado por los investigadores Jesús Copeiro y Enrique Nielsen, que prometen remover los cimientos de esta historia al destapar muchas lagunas de la versión oficial.

Jesús Copeiro y Enrique Nielsen-Hidalgo han presentado su publicación a HBN.
Jesús Copeiro y Enrique Nielsen han presentado su publicación a HBN.

La publicación, que es el resultado de dos años y medio de investigación, ofrece una serie de conclusiones que resultan, cuanto menos, sorprendentes. Un proyecto que comenzó a gestarse cuando Jesús, como experto en la Segunda Guerra Mundial, y Enrique, de padre alemán, se reunieron en una comida para hablar sobre diferentes episodios de submarinos en Huelva. Así se inició este estudio que ahora ha visto la luz bajo el título de ‘El misterio de William Martin. Desentrañando la trama’.

Una de las principales aportaciones de esta publicación es que, por primera vez, se ha indagado en los documentos conservados sobre este tema en archivos ingleses y alemanes. Aún así, los autores advierten que no todos los fondos documentales de la Operación ‘Carne Picada’ están a disposición de Alemania, ya que en su día fueron confiscados por Inglaterra y Francia, por lo que «hay dudas de que los alemanes tengan todos los documentos del archivo». De hecho, para estos investigadores no ha sido nada fácil acceder a la documentación consultada.

Imagen del entierro en la película de William Martin. / Foto: Col. Jesús Copeiro.
Imagen del entierro en la película de William Martin. / Foto: Col. Jesús Copeiro

Copeiro y Nielsen aseguran, por ejemplo, que han encontrado «muchas lagunas en el archivo británico, puesto que hay documentos de la operación ‘Carne Picada’ que no pudimos consultar, bien porque nos comentaban que esa carpeta se encuentra clasificada de forma permanente o, incluso, porque se encontraba en el número 10 de Downing Street, es decir, en la residencia del primer ministro británico», una prueba del misterio que sigue rodeando a ‘El hombre que nunca existió’.

A pesar de las trabas, esta investigación ha sido posible porque en 1993, después de 50 años desde que los documentos fueran clasificados como ‘Secreto oficial’, la mayor parte de estos fondos salió a la luz. Aunque todavía existen algunas lagunas en estos hechos, como la identidad del cuerpo, debido a que parte de la documentación se halla todavía en Londres.

Adolfo Clauss, destacado espía alemán durante la Segunda Guerra Mundial afincado en Huelva.
Adolfo Clauss, destacado espía alemán durante la Segunda Guerra Mundial afincado en Huelva.

Pero, ¿por qué los británicos eligieron Huelva para llevar a cabo esta operación en plena Segunda Guerra Mundial? La clave está en la figura de Adolfo Clauss, un agente alemán muy activo conocido por los británicos que residía en la provincia onubense, así que el objetivo de los ingleses fue que Clauss accediera a esta información falsa para que luego la pasara a Alemania.

Y así fue. Porque en este libro se aportan datos que demuestran que Adolfo Clauss vió a las cartas que llevaba William Martin, las fotografió y las remitió a la Embajada alemana en Madrid.

Tal y como explican a Huelva Buenas Noticias Copeiro y Nielsen, «la versión oficial dice que Clauss nunca accedió a la documentación hallada en el cuerpo de ‘El hombre que nunca existió’, pero hay personalidades que aseguran que el cadáver después de aparecer en la playa fue transportado hasta la Comandancia de Marina de Huelva y el comandante de Marina era amigo personal de Adolfo Clauss, que fue avisado para ver el cuerpo y así pudo fotografiar la documentación. Luego, las envió desde Huelva hasta la Embajada alemana. Por su parte, en Londres advirtieron que las cartas de Martin habían sido abiertas, ya que le habían hecho una señal». Es más, la figura de Adolfo Clauss ha sido la razón por la que Copeiro y Nielsen hayan decidido retomar la historia de William Martin.

Esquema elaborador por Enrique Nielsen, donde se explica cómo Clauss accede a las cartas de William Martin.
Esquema elaborador por Enrique Nielsen, donde se explica cómo Clauss accede a las cartas de William Martin.

Sí, porque su hijo, Federido Clauss, que actualmente reside en Sevilla, llevaba décadas contando el testimonio de su padre, por el que aseguraba que el cuerpo de William Martin no está en el Cementerio de La Soledad de Huelva, sino que fue robado y transportado por un submarino alemán desde las Costas de Huelva hasta la base alemana de La Spezia (Italia), donde se le practicó una segunda autopsia con la que se certificaba que era un ahogado, lo que dio credibilidad al montaje de la operación, provocando que los alemanes dieran veracidad a las cartas y ‘picaran el anzuelo’ preparado por los británicos.

Hasta ahora, nadie había dado credibilidad al relato de Federico Clauss, pero en esta investigación se ha podido demostrar la existencia de un submarino alemán que se encontrara cerca de la Costa de Huelva durante los primeros días de mayo de 1943, justo cuando es hallado el cuerpo. Se trata del submarino U-616.

Nielsen ha sido capaz de descifrar las complejas cartas de navegación de los submarinos alemanes.
Nielsen ha sido capaz de descifrar las complejas cartas de navegación de los submarinos alemanes.

«Hemos podido confirmar la versión facilitada por Federico Claus sobre el hecho de que un submarino alemán se llevó el cadáver de William Martin desde Huelva a Italia para que los alemanes pudieran realizar una segunda autopsia al cuerpo con médicos propios», nos comenta Enrique Nielsen.

Para llegar a esta conclusión, Nielsen ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo para poder descifrar las cartas de navegación del submarino alemán para que lo que se ha valido de las nuevas tecnologías facilitadas por Internet, al tiempo que ha sido capaz de descubrir la división que Alemania realizó del mar para orientarse. Una serie de cuadrículas que hasta ahora nadie nunca había revelado.

En este trabajo, los archivos alemanes han sido fundamentales para conseguir el rumbo de los submarinos y dibujar sus posiciones en un mapa de cuadrantes «en los que hemos podido reconstruir sus movimientos y deducir así que fueron los submarinos U-616 y U-565 los que transportaron el cuerpo a Italia».

Submarino alemán U-616, donde sería transportado el cuerpo de William Martin. / Foto: Archivo German U Museum. Cedido por Copeiro y Nielsen.
Submarino alemán U-616, donde sería transportado el cuerpo de William Martin. / Foto: Archivo German U Museum. Cedido por Copeiro y Nielsen.

Según este trabajo, los alemanes se llevaron el cuerpo de Huelva de madrugada -en el cementerio no había vigilancia- en un submarino con el objetivo de comprobar la veracidad de la documentación que le había hecho llegar Adolfo Clauss.

Porque el cuerpo de William Martin fue enterrado entre el 30 de abril y el 1-2 de mayo, días en los que un submarino permaneció frente a la Ría de Huelva, aprovechando su situación para llevarse el cuerpo. Era el U-616 que, en un principio, tenía la misión de cruzar el Estrecho de Gibraltar. Pero, cuando iba de camino, recibió un mensaje cifrado para que se diera la vuelta, parándose frente a la Costa de Huelva. Y todo hace indicar que lo hizo para recoger el cadáver.

Mapa del itinerario del submarino que recogió el cadáver de William Martin. Realizado por Enrique Nielsen.
Mapa del itinerario del submarino que recogió el cadáver de William Martin. Realizado por Enrique Nielsen.

Según continúan contando estos investigadores onubenses, una vez que recogen el cuerpo, el submarino sigue su camino por el Estrecho y se para frente a la Costa de Almería, donde les esperaba otro submarino para llevarse el cadáver a Italia. Era una operación arriesgada, pero necesaria para comprobar si era un ahogado antes del 12 de mayo. El traspaso se puede comprobar en el diario de abordo, donde sorprendentemente se aseguraba que «llevaban el cargamento», cuando «nunca se suele referir este tipo de cuestiones», nos aclara el valverdeño Jesús Copeiro.

Otro dibujo con la trayectoria de los submarinos. / Foto: Copeiro y Nielsen.
Otro dibujo con la trayectoria de los submarinos. / Foto: Copeiro y Nielsen.

Estos hechos explican que los británicos hicieran pasar a William Martin como católico, porque así sería enterrado en el Cementerio de La Soledad de Huelva, de carácter municipal y, por tanto, mucho más accesible para que los alemanes pudieran robar el cuerpo que en el cementerio británico, que era privado y mucho más inexpugnable.
Pero, si el cuerpo fue transportado hasta Italia, ¿quién está enterrado en el Cementerio de La Soledad de Huelva?

Tumba de William Martin. / Foto: Jesús Copeiro.
Tumba de William Martin. / Foto: Jesús Copeiro.

La versión más lógica es que la tumba de William Martin en Huelva está vacía. La única posibilidad para comprobarlo sería levantar la tumba, una cuestión a la que parecen oponerse los británicos, quizás para salvar el honor del ideólogo de la operación ‘Carne Picada’, de Ewen Montagu, un hombre inteligente y respetable, que tras la guerra regresó a su trabajo de honorable juez.

Sea como sea, esta historia ha traspasado fronteras hasta haberse convertido en toda una leyenda. Tanto es así que Isabel Naylor, la onubense que lleva cada año flores a la tumba de William Martin en el Cementerio de La Soledad, le ha comentado a Copeiro y Nielsen que ella continuará llevando sus flores, porque ya es todo un símbolo, como también sigue haciéndolo en Bellavista, en Minas de Riotinto, dónde se encuentra el único monumento dedicado a los ingleses caídos en la Primera Guerra Mundial.

Hay que recordar que Isabel está condecorada por el Gobierno británico con la Orden del Imperio por recordar la figura de ‘El hombre que nunca existió’, así como con la Medalla de la Provincia de Huelva, concedida por la Diputación.

Ewen Montagu. Foto The man who never was, cedida por Copeiro.
Ewen Montagu. Foto The man who never was, cedida por Copeiro.

Otra de las incógnitas que más debate ha generado siempre en la historia de William Martin es saber la identidad del cuerpo que apareció en las Costas onubenses. Un aspecto que también es desvelado en el libro ‘El misterio de William Martin. Desentrañando la trama’. Hasta ahora se había afirmado que se trataba de un mendigo. Primero se dijo que había muerto de una pulmonía en las calles londinenses y, después, que se había suicidado con un mata-ratas.

Dos versiones que se basan en los libros publicados con anterioridad, versiones que ahora quedan en evidencia. La primera teoría sobre el hecho de que Martin era un mendigo que murió de pulmonía fue aportada por el propio Ewen Montagu. Libro que pudo escribir para despistar sobre la verdadera identidad del cuerpo. Luego, en 1993, tras desclasificarse el archivo de la operación, el investigador inglés Roger Morgan, funcionario del Ayuntamiento de Londres, escribió un nuevo libro, en el que se aseguraba que era un vagabundo galés, que se había suicidado con un raticida.

Mapa del lugar en el que se produjo el hundimiento del Dasher. / Foto: Jesús Copeiro.
Mapa del lugar en el que se produjo el hundimiento del Dasher. / Foto: Jesús Copeiro.

Sin embargo, Copeiro y Nielsen no están de acuerdo con estas afirmaciones. Porque ambos han establecido una conexión clara entre William Martin y la explosión de un portaaviones británico llamado ‘Dasher’, que tuvo lugar en Escocia en esas fechas, en concreto, el 31 de marzo de 1943. En ese hundimiento murieron ahogados 400 marinos y «todo parece indicar que William Martin corresponde a uno de los fallecidos, que sería utilizado en la trama ideada por Montagu», afirma tajante Jesús Copeiro.

Esta idea de los onubenses se basa en el hecho de que de los 400 marinos fallecidos sólo se recuperaron 23 cuerpos que fueron reclamados por sus respectivos familiares. Todas las demandas obtuvieron respuesta por parte del Gobierno británico, salvo una, por lo que el cuerpo podría pertenecer a ese soldado, que pudo responder al nombre de John Melville, que curiosamente tiene las siglas de W. M.

José Antonio Rey María, uno de los pescadores que descubrieron el cuerpo de William Marín flotando cerca de la playa de Mata Negra. Sería este vecino de Punta Umbría de origen portugués llamado José Antonio Rey María, quien se encargaría de remontarlo hasta la orilla. / Foto: Colección Rafael Moreno, cedida por Jesús Copeiro.
José Antonio Rey María, uno de los pescadores que descubrieron el cuerpo de William Marín flotando cerca de la playa de Mata Negra. Sería este vecino de Punta Umbría de origen portugués quien se encargaría de remontarlo hasta la orilla. / Foto: Colección Rafael Moreno, cedida por Jesús Copeiro.

Es más, en la operación pudo utilizarse dos cuerpos, por lo que no se descarta que uno de ellos fuera un mendigo, si bien sería el marino al que le practicaron la autopsia. Porque el cuerpo hallado era efectivamente de un ahogado, ya que presentaba las características propias de los mismos, al no pasar desapercibidas para el autor de la autopsia, que contaba con una gran experiencia profesional en este tipo de casos. Es decir, era imposible haberle engañado. Un resultado que sería ratificado en la segunda autopsia hecha al cuerpo por los alemanes en Italia el 12 de mayo de 1943, lo que hizo que Hitler cambiara sus planes, dando preferencia a la defensa de Grecia. Los británicos habían vencido.

Así, el cuerpo del mendigo podría haberse quedado en una cámara frigorífica del hospital de Londres a la espera de ser utilizado. Por su parte, el cuerpo del soldado británico es probable que acabara en una fosa común.

Como apuntan Jesús y Enrique, «un cadáver de un mendigo suicidado hubiera sido descubierto por un experto en autopsias. En cambio, el cadáver se cuidó con todo detalle, puesto que incluso le pusieron una foto de una supuesta novia».

Búnker de Doñana en la playa. / Foto Elin von Munthe, cedida por Jesús Copeiro.
Búnker de Doñana en la playa. / Foto Elin von Munthe, cedida por Jesús Copeiro.

Con todo, en este libro también describe de forma exhaustiva los acontecimientos ocurridos en Huelva durante la II Guerra Mundial, con nuevas aportaciones al anterior estudio publicado por Jesús Copeiro. Según nos comenta el investigador valverdeño, «ahora se ofrecen nuevos datos y nuevas fotos relativas al tema del espionaje. Entre ellas, me gustaría destacar una imagen del consulado alemán en Huelva, que llega a impresionar porque tiene en su fachada las banderas con la esvástica negra de la Alemania nazi, entre otros capítulos, como los bunkers construidos en Doñana y Mazagón».

En definitiva, un libro que supone una revisión a una historia que continúa generando un gran interés al tratarse de uno de los casos de espionaje más llamativos de la Segunda Guerra Mundial.

Tanto es así que ambos autores tienen previsto presentar este libro a nivel nacional después de difundirse en la Feria del Libro de Huelva. Y, posteriormente, llevarlo a otros foros de carácter europeo, ya que se trata de un episodio de repercusión internacional. Para ello, los editores han realizado un video de dos minutos de duración con el que explican su publicación, tanto en español como en inglés. Un audiovisual que les mostramos a continuación:

En este aspecto, los autores afirman que «somos conscientes de que este trabajo va a traer cola e incluso llevará a distintas polémicas entre los alemanes y, sobre todo, los británicos. Pero estamos muy satisfechos porque, aunque hay varios libros sobre el tema, ninguno de ellos han sido capaces de realizar este tipo de investigación sacando a la luz cuestiones que hasta ahora eran una incongruencia».

Tumba de William Martin en el Cementerio de La Soledad de Huelva.
Isabel y su padre le ponían claveles rojos a la tumba de William Martin.

Por el momento, para los interesados en conocer más datos de esta publicación de viva voz de sus autores, este martes 27 de mayo tienen una cita en el Centro Puerta del Atlántico de Huelva, donde Jesús Copeiro y Enrique Nielsen ofrecerán una conferencia de presentación de su libro ‘El misterio de William Martin. Desentrañando la trama’ a partir de las 19.00 horas. Una cita con una historia que no deja de ser increíble 71 años después de haber sucedido.

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