Redacción. Agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, en el marco de la operación ‘Espabila’ desarrollada de manera conjunta, han desarticulado en Cádiz una organización criminal que pretendía introducir en la península un total de 8.560 kilos de hachís procedente de Marruecos por vía marítima. Se ha detenido a 36 miembros de la red, incluidos los jefes de la misma.
La investigación se inició cuando los agentes detectaron una organización que podría estar introduciendo hachís por la zona de la desembocadura del río Guadalquivir.
Así, en una primera fase de la operación, se interceptaron seis alijos de estupefaciente que eran transportados en grandes embarcaciones semirrígidas de gran potencia, pesqueros o embarcaciones de recreo. En las siguientes actuaciones se detuvo a doce personas y se intervinieron 286 fardos de hachís que arrojaron un peso de 8.560 kilogramos.
De la misma manera, tras analizar la información obtenida en otras operaciones anteriores en las que se investigaban delitos de secuestro, extorsión, robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas, entre otros, los agentes localizaron a un grupo de la organización que se encargaba de sustraer la mercancía a otros narcotraficantes durante el transporte de la misma.
En este caso, para el robo utilizaban «la violencia e intimidaban con armas de fuego reales e incluso utilizaban distintivos policiales para simular una actuación de las Fuerzas de Seguridad». Asimismo, se apropiaban de alijos organizados por terceros, en los que infiltraban a miembros del grupo para las labores de descarga, con lo que obtenían información sobre la mercancía para posteriormente sustraer la droga.
La segunda fase de la operación se realizó una vez recogida y analizada la información relacionada con los últimos alijos y se detuvo en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y en Coria del Río (Sevilla) y Sevilla capital a 20 miembros de la red, incluidos los jefes de la misma, que estaban afincados en la capital hispalense.
También se llevaron a cabo diez registros domiciliarios donde se intervinieron un arma de fuego y munición blindada con la que los jefes mantenían la jerarquía de la organización criminal «con gran violencia», así como dos pistolas detonadoras y una carabina, 16 kilos de marihuana, 17.000 euros en efectivo, siete vehículos, dos motocicletas, dos remolques y tres motores empleados en las embarcaciones semirrígidas, teléfonos, otros efectos relacionados con tráfico de droga y abundante documentación.
Por otro lado, en las localidades gaditanas de Sanlúcar de Barrameda y Chipiona se procedió a la detención de otras tres personas y se imputó a otra. Posteriormente, los agentes arrestaron al último de jefe de la organización, afincado en Algeciras, que se encargaba de contactar con los suministradores del hachís.
En la operación han participado agentes pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de las Comisarías de Huelva y de Cartagena (Murcia), y agentes del Departamento de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria de Cádiz.