Investigan una nueva diana terapéutica para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica

Equipo de científicos que ha realizado el proyecto.
Equipo de científicos que ha realizado el proyecto.
Equipo de científicos que ha realizado el proyecto.

Redacción. Un grupo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (Ibsal) trabaja en una nueva diana terapéutica que ayude a la mejora de los resultados del tratamiento de la leucemia mieloide crónica.

El director del grupo, Ángel Hernández, ha señalado que, después de unos cinco años de trabajo, los investigadores han conseguido identificar una nueva familia de proteínas, llamadas Nadph oxidasas, que pueden ser «una buena diana» para conseguir nuevos avances.

El estudio se ha realizado ‘in vitro’, en cultivos celulares, y en dos modelos de animales diferentes y sus resultados han sido publicados en la revista internacional sobre avances oncológicos ‘Clinical Cancer Research’.

Para la consumación de este proyecto, el grupo científico ha contado durante los últimos años con una ayuda total para la investigación de unos 150.000 euros, aportados por el Ministerio de Economía y la Junta de Castilla y León.

A finales de año, se termina esta dotación y el equipo, tal y como ha explicado Ángel Hernández, espera que se promuevan nuevas líneas de colaboración económica para seguir adelante con esta iniciativa.

Incluso, la experta Consuelo del Cañizo ha abogado por seguir adelante y contar «a medio plazo» con resultados en ensayos clínicos para el tratamiento de la leucemia, que ha pasado a ser crónica con un grado de supervivencia que ya está por encima de los diez años frente a los «tres o cuatro» de no hace mucho tiempo.

No obstante, a pesar de las mejoras, la doctora Del Cañizo ha mostrado su interés por propuestas que ayuden a que la enfermedad pase de ser crónica con el uso de tratamientos a que pase a ser curable sin necesidad luego ya de medicamentos.

Finalmente, Ángel Hernández ha destacado en el Ibsal, en presencia también de las integrantes del estudio Beatriz Sánchez y Carmen Guerrero, que confía en que esta nueva estrategia de «aplicación combinada» puede también servir para otros tipos de tumores.

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