Redacción. Una investigación internacional, en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado detectar una mutación genética causante de la resistencia del mosquito ‘Anopheles funestus’, portador del parásito de la malaria, al insecticida DDT, lo que permitirá desarrollar compuestos más efectivos para combatirlo.
En concreto, según los resultados que publica la revista ‘Genome Biology’, han visto que la responsable de dicha resistencia es la enzima glutatión transferasa (GST), que produce cambios en el centro activo de la enzima que permiten metabolizar este insecticida.
En este proyecto ha colaborado el Instituto de Química Física Rocasolano del CSIC y, mediante cristalografía de rayos X, los investigadores han comparado la estructura de la GST procedente de un mosquito sensible y resistente al DDT.
Las diferencias observadas muestran que la resistencia al insecticida reside en la capacidad de reconocer y degradar la molécula del DDT, según informan los autores de esta investigación.
El hallazgo proporciona una “valiosa herramienta» para monitorizar la resistencia del ‘Anopheles funestus’ al insecticida en África, donde se han detectado tales resistencias, y abre las puertas al desarrollo de nuevos compuestos más efectivos.