Redacción. Un 15 por ciento de las aves migratorias está en riesgo de extinción, según Fundación Migres, que alerta de las amenazas a las que se enfrentan con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, que se celebra los días 10 y 11 de mayo con diversas actividades que abogan por la concienciación y la protección.
Esta efeméride -que se celebra anualmente el segundo fin de semana de mayo- está organizada por dos acuerdos internacionales sobre vida silvestre administrados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Convenio de Bonn y el AEWA.
En la presente edición de 2014, el Día Internacional de las Aves Migratorias se ha asociado con la Organización Mundial del Turismo (Unwto) para destacar el proyecto ‘Destino Rutas Aéreas’, con el objetivo de desarrollar el turismo sostenible en diferentes destinos a lo largo de las rutas migratorias de aves más grandes del mundo, también conocidas como corredores aéreos.
Por ello, el lema de este año es ‘Destino Rutas Aéreas: Aves Migratorias y Turismo’, con el fin de destacar el vínculo entre la conservación de aves migratorias, el desarrollo de las comunidades locales y el turismo de observación de fauna silvestre en los cinco continentes.
Existen cerca de 10.000 especies diferentes de aves en el mundo, entre las cuales unas 1.800 están clasificadas como aves migratorias por una característica diferencial: su necesidad nómada de trasladarse ante las variaciones climáticas estacionales desfavorables para el apareamiento y el desarrollo de las crías. De estas 1.800 especies de aves migratorias, aproximadamente el 15 por ciento se encuentran en peligro crítico de extinción, según Fundación Migres.
Precisamente, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) destaca que las aves migratorias han adelantado las fechas de sus migraciones debido al aumento de las temperaturas. Así, el calor hace que adelanten su viaje a Europa, donde sufren en muchos casos el impacto de unas tormentas de primavera que antes no les afectaban por lo que se producen gran número de bajas y mucha fatiga y merma de reservas calóricas en las aves supervivientes, según indican Ecologistas en Acción.
Además, las alteraciones del clima afectan a sus fuentes de alimento pues determinadas explosiones demográficas de insectos y plantas que coincidían con el paso de ciertas especies migrantes, ahora se adelantan o retrasan, por lo que las aves ya no cuentan con nutrientes esenciales para seguir la ruta o sacar adelante las nidadas. Asimismo, las sequías, cada vez más frecuentes en la ruta que siguen estas aves por África, están secando los puntos de agua que históricamente servían para su descanso y aprovisionamiento.