Redacción. Un grupo de investigadores de la Clínica Universidad de Navarra han desarrollado un novedoso implante subcutáneo de silicona todavía en fase preclínica que permite matar mosquitos con la propia sangre de la persona que lo porte en su piel, con el que pretenden combatir los nuevos contagios de malaria que se producen al aire libre.
El implante ha sido elaborado en California (Estados Unidos) bajo la dirección del equipo que lidera el estudio y consiste en un cilindro de dos milímetros de diámetro que se colocaría de forma subcutánea en el brazo mediante una jeringa y combina silicona e ivermectina, una droga «segura y ampliamente utilizada» en el trópico para el control de diversas enfermedades parasitarias.
El dispositivo se encuentra actualmente en fase de investigación pre-clínica y con él pretenden cubrir la falta de intervenciones dirigidas hacia el importante grupo de mosquitos que pican en el exterior de las viviendas.
Actualmente, las medidas de control más efectivas utilizadas en la actualidad contra la malaria son los mosquiteros y los insecticidas residuales como el DDT, que tienen un efecto selectivo contra los mosquitos que pican en el interior de las viviendas. Pero la lucha contra la malaria se ha visto dificultada por la aparición de mosquitos resistentes a los insecticidas más utilizados, por lo que son necesarias herramientas innovadoras, defienden los autores.
En este sentido, el implante podría ayudar eventualmente a controlar los mosquitos que se alimentan de la sangre de personas infectadas y prevenir así la diseminación de parásitos resistentes.
El doctor Carlos Chaccour, coordinador del estudio y miembro del Departamento de Medicina Interna de la Clínica Universidad de Navarra, subraya que, una vez probadas la seguridad y efectividad, el implante «podría constituir una contribución significativa a las medidas de control utilizadas en la actualidad en la lucha antimalárica».
Tras financiar la primera parte del estudio mediante una campaña de ‘crowdfunding’, los investigadores han obtenidos resultados preliminares muy favorables y para la segunda fase buscan recaudar los fondos necesarios para extender el estudio a través de la plataforma Indiegogo, donde se han marcado un objetivo inicial de 35.000 dólares de recaudación.