Carlos Fernández / @karlos686. Daniel Monzón, ganador de dos goyas por Celda 211 en 2010 presentó en cartelera el fin de semana pasado El niño, película que ya es la española mejor recibida en taquilla en lo que va de año en nuestro cine nacional. Coescrita con su mano habitual en sus películas, Jorge Guerricaechevarria (El día de la bestia, La comunidad), esta última película del cineasta tiene ambiciones dirigidas en hacer huella en el cine de género español logrando un thriller clásico desde hoy en nuestra historia.
La ambición que tiene esta película requiere una gran financiación ¿dificultades?
Han sido muy variadas. Para empezar, la documentación sobre el tema del narcotráfico en el estrecho con Jorge Guerricaechevarria (coguionista). Él y yo nos bajamos al sur y hablamos con los cuerpos de policía de la zona y también hablar con la otra parte, los gomeros, que son estos chicos que trafican entre España y Marruecos y resulta más fácil encontrar policías que estos jóvenes (ríe) pero siempre conseguíamos llegar a alguien a través de “conocidos de conocidos” y así. No queríamos juzgar a los personajes, queremos que sea el espectador quien lo haga. Y mientras escribíamos nos dimos cuenta de que tenía un presupuesto bastante elevado y tras los 8 meses de documentación y un año de escritura de guión el guión se paralizó un año por la crisis, año que yo aproveche para trabajar con los actores. Las localizaciones fue algo duro, la climatología caprichosa del estrecho que alteraba el estricto plan de rodaje, las escenas de acción fueron llevadas por los propios actores que protagonizan la película, lo cual requería mucha preparación para Jesús Castro, Luis Tosar…
Personalmente me costaría elegir una escena que fuera la más difícil en la película ¿Qué escena fue la más complicada de rodar?
Hay muchas escenas muy complejas en la película, me resultaría difícil elegir una ya sea por la exigencia física que le suponía a mis actores o por las innumerables localizaciones que requerían pero por ejemplo, en las escenas de helicóptero, que fueron especialmente difíciles, el primer impacto visual lo recibí de los videos de internet pero vigilancia aduanera me permitió patrullar con ellos en helicóptero y también monte en lanchas para tener más clara las dos caras mostradas en la película, las secuencias de acción diurnas también fue duro especialmente para el equipo, la película suponía muchas dificultades en general.
¿Cómo surge una historia de narcotráfico en el estrecho de Gibraltar? Es una idea interesante y de las más ambiciosas en tu cine hasta hoy.
Como surge cada día en los periódicos, Jorge fue el que me hablo de ello y nos resultó intrigante esos jóvenes que corren ese riesgo de pasar mercancías por el “dinero fácil” que para nada lo es y mirábamos persecuciones de vigilancia aduanera en el mar con lanchas y helicópteros y nos dimos cuenta de que el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar era un terreno virgen en el cine, nadie había hecho una película allí y de cara a la ficción nos daba una gran oportunidad. Nos suelen llegar películas americanas a diario de este tema y nos atrajo tenerlo aquí, en España, en nuestra casa por así decirlo. Nos atraía cómo a los gomeros les gustaba la adrenalina, “el juego de niños” al borde de la muerte, muy propio a esas edades en estos jóvenes que podían venir de familias desestructuradas, que jugaban estos personajes que solían acabar mal.
¿Es Luis Tosar tu actor fetiche después de Celda 211?
Para mí es uno de los mejores actores a nivel nacional e internacional y para mí es una garantía que él este en mi trabajo ¡Es divertido observar que en mi anterior película él era un preso y ahora es policía! Si él quiere repetir conmigo, yo quiero repetir con él. Dota de humanidad y contención a su personaje, estoy muy agradecido.
¿Qué separa Celda 211 de este trabajo?
5 años desde ambas películas y que Celda 211 fue una única localización y El niño, en forma al menos, no es claustrofóbica, esa es la diferencia esencial. Es un viaje casi antropológico al lugar y Celda 211 es como mirar por la mirilla de una cárcel, como una película de piratas, pero algo que las une es que ambas surgen de un proceso largo de documentación, cada película me lleva varios años de mi vida y eso hace que al terminarlas me sienta huérfano en cierto modo.
¿Qué cine te influenció más para El niño?
Trato de no acudir a ningún ejemplo mientras escribo o dirijo. Me han dicho que se parece un poco a French Connection, me lo tomo como un halago y es posible que todo el cine que me tragado este en El niño pero intento no influenciarme en la realización de mis películas.
Después de arrasar en su primer fin de semana este estreno como el estreno español en lo que va de año, incluyendo superando 8 apellidos vascos ¿Qué sientes?
¡Muy contento! El cine es algo que me ha alimentado, protegido…y después de tanto tiempo, me gustaría devolverle al espectador lo que el cine me ha dado a mí, placer y hacerlo de una manera atractiva y entretenida, llegando a la gente. Te pasas mucho tiempo creando una historia para descubrir ahora que la película ha sido vista por mucha gente, hace que te sientas pletórico. La publicidad está ahí pero finalmente es el “boca-boca” y me gusta que sea la película la que hable por si sola con sus resultados. Hacer una película debe tener convencimiento y pasión, es como tener una relación sentimental con tu película y me siento orgulloso de los resultados con los espectadores.
¿Tienes pensado otro proyecto?
Tengo una comedia negra: Murder Weekend (título provisional), la tengo escrita y tengo ideas sobre cómo hacerla, era la película que tenía pensada en principio realizar hasta que surgió El niño, si no surge otro caso excepcional como este me gustaría ponerme con ella y embarcarme en otro proyecto ¡siempre con ganas de embarcarme en otra historia y dejarme llevar por ella!
Muchas gracias Daniel.
